Por Roberto PELÁEZ
Luego de 54 años de distanciamiento entre ambos países las reaperturas el pasado lunes 20 de las embajadas de Estados Unidos y Cuba en Washington y Ciudad de La Habana, respectivamente, trajeron consigo opiniones encontradas entre los cubanos residentes en Las Vegas que ofrecieron sus criterios a El Mundo.
Durante la ceremonia en Washington DC, el canciller cubano Bruno Rodríguez expresó: se abre la oportunidad de empezar a trabajar para fundar unas relaciones nuevas, distintas a todo lo anterior.
Clidis Gregorio, cubano, quien vive en Las Vegas desde el 2010, y antes residió en Miami, sentenció: Todo tiempo es de Dios, si no se había dado antes lo del restablecimiento de relaciones y la apertura oficial de las embajadas, no había llegado el momento que muchos pensamos no íbamos a ver nunca; Dios bendiga al presidente de los Estados Unidos. Esperamos que las cosas sean para bien. Muchos soñaron que llegaba el día de tener relaciones diplomáticas, otros siempre lo vimos como algo muy lejano, ni soñarlo siquiera. Dios permitió lo que muchos veían imposible. Cada parte ve las cosas de diferente manera, pero ahí está el reto, en trabajar, respetarse, y avanzar.
Con casi toda su vida en este país, María Caminero, presidenta de Cuban Heritage Foundation, escribió: Gracias al presidente Obama por permitir que el comunismo y la violación de los derechos humanos sean glorificados en el territorio americano; nunca esperé sentirme completamente disgustada por un presidente americano... usted es una desgracia para este país y para el significado de libertad y democracia. Si alguien se siente ofendido por mis palabras siéntase libre de ya no contarme como amiga. No estaré tranquila en la cara de la injusticia mientras pueda ejercer mi libertad de expresión, la cual está, ciertamente, bajo ataque en este país con esta administración. Confío en el pueblo cubano pero no en los Castro.
Sonia Calvo, empleada de hotel, destacó: Esto de las relaciones entre los dos países debió haberse resuelto mucho antes, son dos naciones muy cercanas, con gente tan parecida, por ejemplo, en su afición por la música, los deportes, la historia... pero ya usted ve, hubiera sido mejor para millones de personas, para las familias; ahora pues confiamos en que muchas cosas feas queden atrás. Me alegro mucho por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y que ya tengamos embajada en los Estados Unidos.
Para Leonardo Leyva, reparador de computadoras, las relaciones entre los dos países van bien; por el momento, dijo, comienzan a bajar los precios de los pasajes, aunque hasta ahora van a Cuba vuelos charters... esperamos que bajen aún más como algo bueno para la gente, para las familias, y por supuesto, que cobren menos por los trámites del pasaporte cubano. Sí, esto de las embajadas es un paso de avance, era hora de poner fin a tanta tirantez entre Cuba y los Estados Unidos.
Como bien dijo el presidente Barack Obama, si en medio siglo no se consiguió nada hay que hacer cambios. Reestablecer relaciones, abrir las embajadas, es solo el principio, aunque más de 50 años de diferencias no se borran de un golpe, hay mucho por solucionar, por seguir cambiando, resaltó Cledys Maldonado, empleado de hotel. Respeto el dolor de muchas personas que han perdido familiares, y la separación, pero llegó el momento en que, sin olvidar, comencemos a construir algo mejor. Hay que empezar a escribir una historia nueva.
