Mayweather recibe su cheque por 100 millones

Ads slider global

Por Tim DAHLBERG

Era un cheque por 100 millones de dólares, una cifra tan impresionante que ni siquiera Floyd Mayweather Jr se resistió a mostrarlo a algunos reporteros después de la pelea en la que venció a Manny Pacquiao.

“Pero no tomen fotos”, pidió Pacquiao a la prensa mientras sacaba el cheque del sobre. “No quiero una sola foto de esto”.

El cheque será pronto cobrado, con lo que ese pago se sumará a los millones de dólares que Mayweather tiene ya en sus cuentas bancarias. En realidad, fue sólo una parte del dinero que devengará el campeón por esta pelea.

El total podría rebasar los 200 millones de dólares una vez que se determine su tajada por las ventas de la transmisión televisiva en la modalidad de “pago por ver”.

La pelea que más dinero ha repartido en la historia no fue la mejor, pero nadie puede culpar a Mayweather. Hizo lo que hace siempre para derrotar el sábado a Manny Pacquiao.

Y el triunfo consolidó el legado del estadounidense como el mejor púgil de su generación, aunque no le haya ganado muchos admiradores.

Será difícil que alguien emule este combate, aunque sea sólo por el monto estratosférico de dinero que generó. Es difícil imaginar que Mayweather pueda pelear por 30 o 40 millones, una cifra que parece ahora desdeñable en comparación con la que obtuvo el sábado.

Se trata de la ganancia más jugosa que un atleta de cualquier deporte se haya embolsado en una sola jornada.

“Money” Mayweather afirma que peleará una vez más en septiembre, antes de colgar los guantes. Considera que ha llegado el momento de gozar los frutos de su trabajo en un deporte al que ha dedicado la vida desde que era un jovencito que lanzaba golpes en Grand Rapids, Michigan.

“De verdad, no creo que vaya a extrañar este deporte”, opinó Mayweather. “Ni siquiera me gusta ver el boxeo. En cierta época amaba este deporte, quería ir a todas las peleas o sucesos relacionados con el boxeo. Pero perdí esa parte de amor al deporte”.

Ante unas 16.507 personas que ovacionaron cada vez que Pacquiao lanzó un golpe, Mayweather dominó los últimos asaltos y consiguió un triunfo por decisión, el cual pareció más apretado en el cuadrilátero que en las tarjetas de los jueces.

Incluso, Pacquiao dijo haber pensado que él era el ganador. No obstante, las estadísticas sobre los golpes muestran que Mayweather conectó más que el filipino, quien suele caracterizarse por sus andanadas de poderosos puñetazos.

El vencido atribuyó a una lesión de hombro sufrida el mes pasado en un entrenamiento su incapacidad de tirar más derechazos. Sus entrenadores señalaron que la Comisión de Boxeo de Nevada no le permitió recibir una inyección que mitigara el dolor y la inflamación justo antes del combate.

“No puedo usar mucho la mano derecha, pero la pelea fue buena”, dijo Pacquiao. “No podíamos hacer lo que queríamos por mi hombro. Pero él es un boxeador muy rápido y muy bueno. Hay que darle todo el mérito. Él ganó esta noche”.

El entrenador de Pacquiao, Freddie Roach, dijo que a su pupilo le gustaría una revancha, pero no hay posibilidad alguna de que se realice. No después de la lesión en el hombro ni de la derrama económica en un combate que no puede repetirse.

Pacquiao devengaría unos 100 millones de dólares por una pelea que llenó la arena del MGM Grand con celebridades, estrellas del deporte y gente que pagó hasta 40.000 dólares por asientos de ringside. El combate se retrasó aproximadamente por media hora, porque las ventas en “pago por ver” fueron tales que saturaron los sistemas de TV por cable y satélite.

Se trata de una señal alentadora en lo económico para los dos boxeadores.

Aunque Pacquiao era el favorito del público, Mayweather fue quien impartió cátedra con su estilo de boxeo.

Tal vez la derrota no ponga fin a la notable carrera del filipino, que alguna vez vendió rosquillas en la calle para sobrevivir. Pero es difícil que Pacquiao pueda sacarle mucho más jugo al “pago por ver”.

“Hice lo mejor, pero eso no fue suficiente”, lamentó Pacquiao. “Di una buena pelea”.

Mayweather la dio también, aunque ésta no haya satisfecho a los espectadores. Aprovechó su mayor alcance para asestar un jab tras otro, y fue tan elusivo que Pacquiao sólo atinó uno de cada cinco golpes, incluidos sólo 18 de 193 jabs de derecha.

Fue otra gran exhibición defensiva de un púgil que sabe lo que debe hacer para ganar. Mayweather siguió invicto en 48 combates, durante una trayectoria que abarca ya 19 años.

“Supe que lo tenía desde el primer round”, indicó Mayweather. “Salí y lo sentí. Quise ver ciertos movimientos. Todos eran calculados. Estoy 10 pasos delante de cualquier otro boxeador”.

Si Mayweather piensa de verdad retirarse tras una pelea más, quedará en los anales de este deporte como el mejor de esta generación —y ciertamente como el más adinerado.

Pero en vista de que no corre riesgos y convierte las peleas en partidas de ajedrez, no se le mencionará entre los mejores de la historia, aunque él insiste en que es uno de ellos.

Mayweather dice que renunciaría a los tres cetros welter que posee, de modo que otros boxeadores tengan la oportunidad de buscarlos. Ello facilitaría también la elección de un rival para el combate en septiembre, que sería el último del “Money”.

Pero habrá presiones para que siga. El récord de Rocky Marciano, de 49-0, podría caer con dos combates más, y el MGM está construyendo una arena en la calle principal de las Vegas. Mayweather podría inaugurarla a comienzos del próximo año si sigue peleando.

“Soy sólo un ser humano y caigo en contradicciones”, comentó Mayweather, lo que dejó abierta la posibilidad de librar más pleitos. “No soy perfecto”.

Tal vez no, pero sí es tan bueno como para ganar 100 millones de dólares en una noche. LAS VEGAS (AP)

 

Top