Lo de aquí... lo de allá: Quinto cambio El Mundo

Debemos, en ocasiones, compararnos con automóviles, me dijo un viejo amigo, dice que nosotros somos como autos y vivimos las vidas en cuerpos con velocidades de cinco cambios y solo utilizamos cuatro, en ocasiones hasta sólo tres.

El ir en la vida con limitaciones de lo que podemos avanzar, nuestra disposición, solo nos permite hacer y lograr lo que nuestras mentes nos indican, es decir dejamos de hacer y lograr más porque somos nosotros mismos quienes no metemos todas las velocidades que tenemos en capacidad.

No puedo hablar inglés, no se me da tal o cual cosa, no yo no seré independiente, no me va hacer caso esa dama o ese caballero, y así muchas metas que nosotros mismo nos establecemos.

Este medio de comunicación, El Mundo, cumplió 35 años, solo imaginar a Don Eddie Escobedo Sr., limitarse a: no podré con esta publicación, o no tengo la capacidad para lograr un medio como éste, sería vernos en el espejo del como así, nos limitamos con la mente y la posibilidad de lograr algo.

Eddie, como mucho más, decidieron que sí se puede y de ahí nace esa hambre de lograr algo... hoy El Mundo es el medio hispano de mayor éxito en Nevada y en la región Oeste de Estados Unidos, se lee como algo de consultar la riqueza que sus colaboradores aportan cada semana.

Traigo a colación el quinto cambio porque al acompañar a un amigo en la carretera en su auto de velocidades, me dijo “ah, ahora si metí la quinta velocidad”, y soltó como un alivio pues solo utiliza la tercera y cuarta en la ciudad.

Relacione ese momento con nosotros que no metemos la quinta velocidad de la vida, o la metemos ya tarde, limitando nuestra capacidad por años o por toda la vida.

Así que de cuántas velocidades es usted estimado lector, ¿ya se dio cuenta que anda en tercera o cuarta?

Si ve a algún amigo que se queje de que no le va bien, o uno mismo, vale recordarnos que tenemos más capacidad de la que creemos, no hay obstáculo que nos pare, o como decía el cubano José Martí: “No hay tareas difíciles, solo hombres incapaces”.

¡Ánimo!

Xavier@rivas.com

 

Top