Nos toca algo aquí, en este lado de la Frontera, de las disculpas que allá, el presidente de México, ofreció a los que él llamó los Indignados por las movidas que se exhibieron en la compra de casas por su esposa Angélica Rivera. No precisamente de tipo Infonavit, costo de 60 millones de pesos, otra de su Ministro de Finanzas, ésta solo de 15 millones, y una más del propio presidente.
Lo que a su servidor llama la atención es la forma alarmante en que al presidente se le aconseja este tipo de declaraciones que son de las que más lo lastiman en su aceptación.
Cuando conocí al entonces candidato Peña Nieto, me llamó la atención dos cosas: su amor a México y su pragmática visión del cómo haría las cosas para mejorar, me dije entonces, este sí cambiará a México, joven con visión y energía.
Pero me falló cuando no consideré a su equipo de trabajo, un Secretario de Gobernación sin visión, sin personalidad, y como que aprendiendo en su turno; otro su secretario de finanzas, no está capacitado sencillamente, la economía anda por los suelos, hay personas muy efectivas, pero estas son claves y nada más no.
En cuanto a los indignados, por supuesto que el presidente tiene toda la razón, nos indigna que tenemos que trabajar más por menos, tenemos que saber de tanta corrupción y más políticos corruptos y sólo aquí en Nevada tenemos que pasar la charola para cooperar cuando alguien fallece y tenemos que enviar su cuerpo a México con su familia, el Consulado no tiene suficiente presupuesto, aún cuando da la mano, no puede apoyar.
Más indignación de millones de mexicanos que se tuvieron que venir a ser ciudadanos de segunda porque en México no hay oportunidad. México tiene un presidente bueno pero él no tiene un equipo bueno, así de sencillo.
Agradecemos, por lo menos un servidor, las disculpas del presidente, por los hechos que provocaron indignación, pero una disculpa queda muy corta, debe dar un necesario sacudón a su gabinete.
¡Ánimo!