Por Rodrigo YÁÑEZ
La marcha llevada a cabo el pasado primero de mayo, como ya es tradicional en esa fecha, no solamente sirvió para impulsar la reforma migratoria, exigir un alto a la separación de familias, y platicar las historias de algunas personas indocumentadas, sino que ahora hicieron otros reclamos, como el alto a la brutalidad policíaca, y apoyar a los normalistas de Ayotzinapa, del estado mexicano de Guerrero, por mencionar algunos.
Los otros reclamos de esta marcha organizada por la Coalición 1 de Mayo fueron: no a la militarización de la frontera de México con Estados Unidos, no al muro a lo largo de la misma frontera; no a la criminalización de inmigrantes y a toda persona de color y alto al abuso inhumano.
Fue exitosa esta marcha, me da gusto que todas las comunidades afroamericana, latina, anglosajona y asiática se unieron para defender sus derechos y la justicia, dijo a El Mundo, Jasmine Rubalcava miembro de la organización de la marcha que inició en el Commercial Center, ubicado sobre la Sahara Avenue y terminó en el Edificio Federal.
También sirvió para exigir que la explotación política y económica de los inmigrantes se erradique, terminar con la criminalización de inmigrantes LGBTQIA (lesbianas, gay, bisexuales, transgénero, etc.). Alto al feminicidio a lo largo de la frontera de México con Estados Unidos y apoyar el movimiento “Black Lives Matter”.
“Justicia Ahora”, “Juntos Venceremos”, “Justicia y Dignidad”, “Ayotzinapa Vive”, “No Justicia, No Paz”, “Brown Power”, se leía en las pancartas que portaban los manifestantes.
Yo soy indocumentada y eso me da mucha tristeza, estuve enferma un año y en el hospital no me atendían como a una persona normal, dijo Sophía Camil antes del inicio de la marcha, una niña de 11 años de edad.
Soy una guerrera y siempre lo seré, agregó Sophía con lagrimas en su rostro. Debemos luchar y correr detrás de nuestros sueños, estoy aquí para marchar por todos los niños y todos ustedes. Sophía hizo todo el recorrido sin dejar de gritar diversa consignas.
Señor presidente Barack Obama, nosotros los niños necesitamos tu ayuda y queremos una vida feliz, Sophía terminó su intervención con esa petición, interpretó la canción “Cielito Lindo” y gritó el tradicional ¡Sí se puede!, ¡Sí se puede!
En el 2006, cuando tenía 12 años de edad, estudiantes marcharon por una reforma migratoria, sin pensarlo marché y al otro día la maestra de matemáticas me dijo “ponte a estudiar, no sé de qué te preocupas, tú no vas a ser nadie en este mundo, vas a trabajar en un Mc Donalds, como todos los demás”, refiriéndose a los indocumentados, dijo en su intervención Itzel Hernández.
¡Estoy aquí para decir a esa maestra que me gradué de la preparatoria y que voy al colegio donde estudio Biología!, dijo emocionada Itzel Hernández.
La policía de Las Vegas acompañó a los manifestantes todo el recorrido para evitar que sufrieran algún percance, detener el tráfico vehicular y lograr que la marcha se efectuará cuidando la seguridad de los participantes.
