Editorial 09-05-15: Alegres y buenos trabajadores

En estos días se celebra Labor Day, el Día del Trabajo. Además de aprovechar el descanso con el “puente” de tres días con el fin de semana, es buen momento para dedicar palabras a la actividad que nos permite vivir, desarrollarnos, proveernos el bienestar propio y de los nuestros: el trabajo.

El verbo trabajar aplica a todo, a cualquier acción del ser humano. Entonces no hablamos aquí solo del trabajo productivo, el que hace mover la economía y la dinámica social de una nación. El trabajo también es el que ponen los padres de familia al criar y educar a sus hijos; trabajo es el que cada persona pone para mejorar, para dignificarse como ser humano. 

Y por supuesto que el trabajo es una de las buenas características que tiene el hispano.

No queremos filosofar pero sí enaltecer el trabajo como tal y sobre todo conectarlo con la comunidad hispana. 

Es poco común que una persona se detenga a pensar en el trabajo que hace todos los días, la actividad a la que se dedica para ganarse la vida. Y más difícil es que se ponga a pensar en el trabajo que pone para guiar su hogar, su familia o simplemente su vida personal. 

Por eso sería bueno que este fin de semana conectado con el “Labor Day”, también dediquemos un momento a valorar el trabajo que ponemos para ser felices, para la familia, para desarrollarnos como buenos seres humanos, para contribuir a nuestra comunidad, a la ciudad donde vivimos. Es algo personal, y cada quien lo puede valorar.

Mientras tanto, como comunidad, los hispanos podemos sentirnos orgullosos del trabajo que aportamos a la ciudad, al país. Los hemos mencionado antes y lo recordamos ahora: si algo tenemos los hispanos como denominador común es que somos alegres y buenos trabajadores. 

Y la gente lo sabe. Lo saben los empresarios y patrones, los políticos, los líderes de opinión. Probablemente hasta el mismo Donald Trump y los que como él atacan a los trabajadores indocumentados, lo saben pero lo callan. 

Las aportaciones que la comunidad hispana hace con el diario trabajar es parte sustancial de la enorme maquinaria que mueve al país. Para darnos una idea solo hay que pensar en algunas de las actividades productivas y de servicio en las que están insertadas los hispanos: 

Las madres de familia hispanas cuidan a sus hijos y sus familias; muchas también trabajan como recamareras en los hoteles, como cocineras, maestras, enfermeras o profesionistas en diversas áreas. Los padres de familia sirven en la construcción, la jardinería o los amplios servicios de la industria del turismo. Se les puede encontrar en los servicios de salud, de la seguridad pública e incluso en el muy competido mercado del entretenimiento. 

En cualquier área de la economía, de la vida social en Nevada se puede ver a los hombres y mujeres de origen hispano trabajando, aportando a Las Vegas y al país. 

Por eso en esta celebración del Día del Trabajo además de descansar revaloremos lo que hacemos y pensemos que podemos sentirnos orgullosos.

 

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