Editorial 07-04-11: ¡Celebremos el 4 de julio!

Este 4 de julio se observa el aniversario 239 de la independencia de los Estados Unidos de América, una fecha muy importante que los hispanos migrantes también celebran -eso pensamos-. 

A lo largo del año hay muchas celebraciones, de todo tipo. Pero las más importantes, dedicadas a resaltar el patriotismo y la unidad como pueblo, pueden considerarse el Día de Independencia y el Día de Acción de Gracias. Son parte de la vida cívica del país y así debe saberlo el migrante hispano. 

El 4 de Julio y el Thanksgiving son dos fechas de mucho sentido cívico y por ello están arraigadas en la cultura, son parte sustancial de la historia. El estadounidense las conoce, las vive y las celebra. E igual debe suceder con los migrantes, incluso con los recién llegados.

Habrá quien pudiera decir “y yo por qué si no nací aquí”, o los que  dicen que los estadounidenses no celebran con gusto, que son secos o sin ánimo, sobre todo cuando se compara con otros grupos como los latinoamericanos. Bueno, es cuestión de estilos. Y parece que en eso sí los latinos tenemos más alegría.

El Día de Independencia se celebra con descanso, fuegos artificiales, eventos deportivos y culturales, como desfiles, con los famosos asados y otras cosas. Hay muchos estilos de celebración, según la región geográfica del país y en eso hay que incluir a los grupos migrantes con sus propias costumbres culturales. Pero aquí en el sur de Nevada, con excepción de algunos desfiles y eventos pequeños casi privados, solo los espectáculos de fuegos artificiales señalan la fecha.

Como sea la celebración que ahora cumple 239 años sigue adelante; con modos distintos de hacerlo pero se hace y debe prevalecer el entendimiento de la fecha que marca cuando las entonces 13 colonias firmaron su declaración de independencia de la Corona Británica. 

Para los grupos de migrantes, en particular los latinos, la fecha también debe ser observada no solo por el descanso o porque es motivo para la fiesta. Debe ser celebrada porque aquí es donde vivimos. Esta ciudad y el país son nuestro hogar, la tierra donde están nuestros sueños, aspiraciones y familias.

El 4 de julio debe formar parte del acervo cultural y cívico de los hispanos. Porque vea usted: hay latinos que preparan con toda anticipación y esfuerzos las celebraciones por la independencia de sus países de origen. 

Como ejemplos tenemos las celebraciones de las independencias de México y otros países latinoamericanos. Desde hace años se hacen en grande, como festivales con mucha música, bailables, comida, bebidas, entretenimiento. Sobre todo las dedicadas a México han sido tan exitosas que el comercio las toma como marco para llevar a cabo diversos eventos deportivos (como peleas de box) y culturales (como la presentación de artistas de talla internacional). Y vaya que ha tenido éxito porque con esos motivos llega mucho turismo y negocio al valle. 

Bueno pues ojalá un día 4 de julio se celebre con ese ánimo. Mientras tanto hay que festejar y ¡Que viva el 4 de julio!

 

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