Editorial 05-16-15: ¿Qué tal “La Revancha del Siglo”?

La “pelea del siglo” duró una hora en el ring, y al día siguiente la polémica empezó a enturbiar el espectáculo deportivo más caro hasta la fecha. El malestar expresado en la arena quizá no fue tanto porque no ganó Manny Pacquiao, el favorito del público. O porque no perdió Floyd Mayweather Jr al que muchos quieren ver noqueado. El enojo ha subido de tono al saberse que el filipino subió al cuadrilátero con un hombro lesionado y lo ocultó. 

Han sido días y días con noticias y comentarios alrededor de la pelea May - Pac (Mayweather - Pacquiao), de tal suerte que aunque la opinión generalizada es de que el evento fue un engaño también se puede ver como un momento en la historia del boxeo en el que se pueden redefinir las cosas. 

 “La pelea del siglo” va en comillas porque es un lema de los promotores y anunciantes, que de esa manera contribuyeron a vender la idea de la magnitud del evento. Sólo era publicidad y exagerada. 

Eso quiere decir que el evento boxístico tuvo muy por delante la publicidad, la promoción de algo que, como dicen los expertos, ya no tiene su valor porque Pac perdió su “instinto asesino en el ring”, y May siempre está un paso adelante de sus contrincantes; se prevé que no va a noquear y muy probablemente va a ganar por puntos como lo ha hecho en sus últimas peleas por eso las apuestas le favorecieron también. 

La publicidad hizo tan buen trabajo que, como se ve, sobrevaloró un evento deportivo-espectáculo que anduvo detrás del negocio y la imagen. Eso sucede, guardadas las comparaciones, con candidatos a puestos de gobierno, que se presentan como lo que no son, prometen, ganan y ya en el cargo actúan como lo que son y entonces la gente empieza a quejarse, pero ya votó. ¿Le suena algo similar con la última elección presidencial de México?

Floyd Mayweather Jr hizo lo que sabe hacer: pegar y que no le peguen. Ganó por decisión unánime como lo ha hecho en otras ocasiones; es un boxeador local y aquí casi todo mundo (por lo menos los que ven sus peleas) saben cómo es incluido que se promociona como el “hombre dinero”. Hay que reconocerle que es un imán para traer negocio al sur de Nevada, lo que implica una derrama económica para la urbe que vive del turismo y el entretenimiento. Ahora hasta la polémica “pelea del siglo” parece que honra el sobrenombre de “La ciudad del pecado”.  

Los púgiles y el boxeo como espectáculo no están librados de polémicas. Pero lo que ahora sucede con la lesión del hombro de Pacquiao “mediocultada” por él y su equipo, parece que seguirá incluso en pleitos legales. 

El boxeo profesional continúa maltrecho y perdiendo credibilidad. Aunque no fanáticos porque ¿de qué otra manera se explica que se vendieron boletos tan caros y tarifas de pago por evento inusuales?

De todos modos el boxeo requiere una trasformación pero esa solo se la puede dar el público, la gente. Veremos si este malestar con May-Pac trasciende o dentro de un año veremos “La revancha del siglo” y todos contentos.

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