Corroborando: El presidente y el informe de gobierno

Como todos sabemos, desde 1997 hasta 2012, el Congreso ha sido un espacio intransitable para el Poder Ejecutivo, por lo menos desde la Toma de Posesión de Vicente Fox, pues solo basta recordar que la norma era desde antes de 1988, que el Congreso le rendía pleitesía al Jefe Supremo, quien salía desde su residencia en Los Pinos hasta el Congreso de la Unión, entonces en la calle Donceles, en un auto descapotado, (ahora prohibido para los ejecutivos por la violencia desatada desde el asesinato del presidente John Kennedy, último presidente en usar un auto convertible) y tanto de ida como de vuelta, en aquellos tiempos el presidente era trasladado en su auto en medio de una lluvia de aplausos y confeti, que quién sabe quien organizaba. 

Y una vez en el Congreso, el señor presidente pronunciaba un discurso de varias horas en medio de una lluvia de aplausos, cada vez que mencionaba alguno de sus muchos logros obtenidos durante el año en curso. Un periodista bromista de los de ahora, por ahí se le ocurrió decir que el señor presidente debió usar pañales, pues esa ceremonia se prolongaba por varias horas, evento que gracias a la oposición, entre ellos Porfirio Muñoz Ledo, quien siempre ha sido chile de todos los moles, empezó a interrumpir al presidente, con preguntas fuera de orden, provocando que desde entonces la oposición interrumpiera descaradamente el discurso presidencial llegando al extremo de que un legisladrón usara una cabeza de puerco, durante el periodo de Salinas, culminando este desorden en el periodo de Vicente Fox, al que de plano le negaron la entrada al Congreso, haciéndole un favor, viendo desde el lado amable, pues la ley permite que el Secretario de Gobernación, entregue dicho informe al Congreso en nombre del presidente, consistente en un grueso volumen, lo cual se ha venido haciendo, como mencionamos desde el gobierno de Vicente Fox.

En esta ocasión, a sabiendas que su popularidad está por los suelos, -al menos frente a la prensa-, a la que tal vez le recortó el “chayote”, el presidente Enrique Peña Nieto, presentó un decálogo de reformas, por medio de las cuales, prometió sacará al buey de la barranca, o al menos evitará que se desplome, pues todos sabemos, que la presente crisis abarca a todo el mundo. Veremos qué sucede en los tres años que le restan de gobierno.

LA DICTADURA PERFECTA       

Esta semana fuimos a ver de nuevo la película titulada “La Dictadura Perfecta”, como alguna vez, el gran escritor y Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, llamara a México en los tiempos en que el PRI era considerado como un partido único e invencible, al grado de que en la campaña por la presidencia de José López Portillo, no se presentó ningún otro candidato, a sabiendas que era como enfrentarse a regímenes como el de Fidel Castro o al del extinto Hugo Chávez, ahora representado por una bazofia llamada Nicolás Maduro. Por supuesto que en esos tiempos, a Vargas Llosa se le invitó cordialmente a no volver, ni de visita a México. Ahora viene regularmente.

Pero recordando lo  sucedido, ocurrió un milagro, y a Ernesto Zedillo le salió la democracia de no sabemos dónde,  y en las elecciones del 2000, sorpresiva y democráticamente admitió que el PRI había sido derrotado, y que el candidato que había ganado las elecciones se llamaba Vicente Fox, un ranchero francote, quien nos dijo alguna vez que en México todo iba a cambiar, e incluso nos dijo que para evitar devaluaciones, introduciría como moneda al dólar, pero resultó que en su presidencia, no solo los políticos del PRI, a los que tuvo en la lona pero no supo rematar, sino hasta su mini mujercita lo “entoloachó” o vaya usted a saber, pero confirmó aquello de  que “entre más grandotes más pendejos”, -entre los que este escribano se incluye- cometiendo el tremendo error de darles total soberanía a los gobernadores de los estados. Cual debe de ser -pero en Suiza no en México- convirtiéndolos al mismo tiempo en una especie de caciques porfirianos que no hacen otra cosa que dilapidar descaradamente la riqueza que dejó el petróleo en ellos mismos, no de unos cuantos pesos, sino de cientos o miles de millones, que por lo menos en tiempos del PRI tenemos que agradecer, el único que dilapidaba era el Presidente, y al que se portaba mal, simplemente lo eliminaban. Como un ejemplo, el presidente Salinas de Gortari, “mandó llamar a Gobernación” que significaba “hasta aquí llegaste”, a media docena de gobernadores, contrario a lo que se exhibe en esta película en la actualidad, en la que la mayoría de los gobernadores, dueños de sus presupuestos, se comportan como unos caciques y abusan descaradamente de su poder, como actualmente fue el caso del gobernador de Guerrero, el del problema de los estudiantes desaparecidos, quien para el cumpleaños de su esposa tuvo nada menos que mil 500 invitados, y quien gracias a las matanzas de los “normalistas”, fue obligado a dimitir, y quienes ya hemos explicado en otras ocasiones no eran ningunos angelitos, pues su encomienda era sabotear, primero la fiesta de la pareja fatal, y luego  “expropiarse” de 100 autobuses, para tomar la caseta de la Pista del Sol.

Pero volviendo a la película que nos ocupa. Una de dos, o la financió López Obrador, o alguien con mucho dinero, pues a diferencia de “La Ley de Herodes” que fue hecha con centavitos, pero dio a conocer al magnífico actor Damián Alcócer, residente de SM de Allende, aunque nunca lo vemos, se fue hasta la cocina, pues esta vez, aparentemente encontró un mega-financiamiento, pues la película está hecha a todo lujo y con un reparto de una serie de primeros actores, tal vez alguna vez exclusivos de Televisa, a la que se le acusa descaradamente de llevar a la presidencia a Enrique Peña Nieto, al que aunque solo en una o dos tomas, lo exhiben como un pelele que llegó a la presidencia  gracias a la televisión, (palabras de AMLO), y al qué, volviendo a Vicente Fox, le achacan en inglés frases como “los mexicanos hacen en EU trabajos que hasta los negros se niegan hacer, repetidamente, y con un espantoso acento, enfrente de un funcionario de EU... y lo peor, en los tiempos de Barack Obama, lo cual es falso de toda falsedad y de plano denota un abuso a la libertad de prensa. Por lo demás esta cinta es una copia muy bien hecha de su primera película, en la que el corrupto funcionario, igualmente que en “La Ley de Herodes”,  después de todos los abusos y transas del poder, y gracias a Televisa, usted se puede imaginar  es la responsable, por supuesto después de muchos intercambios de “donaciones” en velices repletos de billetes verdes, y en este caso el susodicho mega-corrupto “gober precioso”, finalmente llega nada menos que a la Presidencia de la República. Creemos francamente que esta vez se mandaron, y gracias al mucho dinero invertido, nos gustaría saber quien está detrás de todo esto. Como colofón, el actor Damian Alcócer exhibió este film... en la Cámara de Senadores, y al finalizar de la película se dirigió a todos los legisladrones diciéndoles: “Espero que cada uno de ustedes tomen lo que les corresponda”.

Y sin otra cosa más por el momento, ya seguiremos Corro...borando.

 

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