Corroborando: Cumple 35 años “El Mundo”

Pues aunque usted no lo crea... ¡muchos de nuestros lectores e hijos de nuestros lectores ni siquiera habían nacido, cuando iniciamos este medio de comunicación! 

Aunque estos últimos ya se enteran de lo que se quieren enterar, que generalmente es música, o en dónde anda la novia, por medio de los celulares, tomándose las famosas “selfies”, o en fin lo que sucede en un MUNDO estrictamente de ellos. Por eso nada podemos hacer, contra “ese mundo” de ellos, pues andan en otra galaxia...

Pensábamos escribir de las elecciones en México, patria de sus padres. A quienes seguramente sí les interesa como ocurrieron las cosas en sus lugares de origen. Si hubo muchos balazos como los pintan los medios, como el chimolero Joaquín hace lucir a México -como un país en llamas-, pensando como buen periodista comprometido... “que las buenas noticias no venden”, así que antes de adentrarme en el aniversario número 35 de “El Mundo” (se dice fácil), me auto permito hacer un breve síntesis de lo que pasó en México en este periodo de elecciones, en el que aunque hubo varios muertitos, como se esperaba, finalmente se impuso la razón, (y los soldados) y las elecciones transcurrieron tranquilamente, obviamente con uno que otro difuntito en zonas calientes como las de Guerrero y Oaxaca principalmente, en donde los llamados profesores no dan su brazo a torcer, y ahora si, un señor Miranda, de Gobernación, que viene siendo como un vicepresidente, parece que se fajó los pantalones (con permiso del de arriba por supuesto) y les dijo a los eternamente “maistros” rebeldes que si no trabajan... pues no recibirán ningún pago, lo que provocó que se dejaran venir en masa sobre la capital y se instalaran, como siempre en el Monumento a la Revolución, mientras los niños en sus pueblos siguen estudiando cómo convertirse en narco-rebeldes. Pues es todo lo que ven.

En cuanto a las elecciones, lo más notable que sucedió, es que el partido (Morena),del eternamente presidenciable Andrés López ganó el Zócalo y el Primer cuadro de la ciudad, con lo que ahora tiene mayoría de hijos -diputa-2 en la Cámara de Representantes, con lo que reviven sus esperanzas de irse a dormir en el Palacio Nacional, su eterno sueño, como lo hizo Benito Juárez. Solo que le falta conquistar el resto del país, en donde no dio una. 

La otra gran sorpresa fue el triunfo de varios candidatos independientes, el principal nada menos que en la Ciudad de Monterrey, en donde Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, se convirtió nada menos en mero mero del estado + importante de México, financieramente hablando. 

Pero lo mejor fue que dijo: que va a tomar el ejemplo de Vicente Fox, y no se va a dejar mangonear como hicieron con el de las botas, el que terminó siendo manejado por una mujercita de metro y medio, pero de muy buen París vestir, que incluso dicen lo “entoloachó”, por lo que esperamos que “El Bronco” Rodríguez cumpla su palabra y junto con los otros ganadores independientes pongan un ejemplo que puede ser el fin de la partidocracia. 

También en Guadalajara ganó un diputado independiente, Yamamoto hijo de japoneses, que esperamos sea otra muestra. ¡Ah! y en Cuernavaca ganó nada menos que la presidencia municipal, por sus purititos cojones, el popular, no precisamente intelectual, pero superior futbolista Cuauhtémoc Blanco. Cómo la ve.

PERO VOLVIENDO A LOS 35 AÑOS DE “EL MUNDO”

No falta nunca el negativo, sobre todo pensando en los jóvenes que gracias a sus telefonitos y tablitas “móviles”, apuntan a que los días de la prensa escrita están contados. 

Pues fíjense que NO. Por lo menos en los días que a estas generaciones les quedan de vida. Aquí en San Miguel Allende, por ejemplo, pueblito bicicletero, de no ser por su belleza e historia cultural, circulan tres periódicos, uno de ellos impreso en perfecto inglés, en el que sirve de corresponsal y columnista político nuestro amigo Ricardo Castillo. Y en la Ciudad de México circulan por lo menos 25 diarios cubriendo desde las finanzas exclusivamente, hasta los establecidos desde siempre como el “Excelsior”, “Universal”, “La Prensa”, “El Financiero”, “La Razón”, “Milenio”, “Reforma”, incluyendo el The New York Times, todos los cuales llegan aquí a San Miguel. Eso sin contar con que el periódico “El Mundo” de Las Vegas lo ve todo el mundo, a través de la computadora, solo usando las teclas elmundo.net.

LA AUSENCIA DE EDDIE ESCOBEDO

A nuestro amigo y fundador, Eddie Escobedo, quien desgraciadamente se nos adelantó, es a quien verdaderamente debemos que en Las Vegas circule un periódico como El Mundo. 

Ya hemos dicho muchas veces, como nos iniciamos haciendo el periódico con las uñas en la Ave. Highland, junto a “Un Club para Caballeros”, que de caballeros no tienen nada, en donde la fiel Laurita una simpática gringuita sacaba las tiritas que nosotros íbamos pegando una por una. Pero lo importante, y lo que nos dio vida, fue cuando Escobedo fundó la N.A.H.P. (National Asociation of Hispanic Papers), que atrajo a El Mundo los reflectores de la comunidad sajona, desde Washington para abajo y se supo que de veras existía una comunidad hispana. 

Y para comprobarlo solo hay que preguntarle a gente tan prominente como el Senador Harry Reid, aún con vida, pues los que nos ayudaron a subsistir como Mike O´Callahan y Hank Greenspun, ya están haciendo periodismo con Eddie en otras dimensiones. Gracias a Dios nos quedan todavía la señora María Escobedo, Hilda Escobedo, Florecita, Valdemar, mi inolvidable  amigo Francisco, Robertico, y el gran Israel, y súper vendedoras como Daisy, quienes han permanecido juntos al pie del cañón, para asegurarse que El Mundo llegue a sus manos semana a semana.

LAS VEGAS EN ESOS DÍAS

Para eso es justo aclarar que en esos día Las Vegas era una ciudad acosada por las tolvaneras, ese anuncio que sale en todas las promociones que dice “Welcome to Las Vegas”. Es el original, pero la ciudad se iniciaba con el Casino Hacienda, que fue donde comenzaron las peleas de box, y luego un bailecito en la pista. Casino que ahora se llama Mandalay; pero llegando a LV en la carretera lo primero que veía era un Gran Sultán, anunciando el Hotel Dunes, un hotel de un solo piso adornado por un gemelo  Sultán. 

Después del Hacienda en donde su anuncio era un caballito dando vueltas, se encontraba frente el Tropicana, cuya atracción era el Follies Bergere. Frente al Dunes, se encontraba un círculo lleno de burbujas dando vueltas que era el Hotel Flamingo, el que hasta ahora dicen abrió Bugsy Siegel, fundador tal vez del Strip, pero no de la Ciudad de Las Vegas, pues en el centro ya estaban El Golden Nugget, con una barra preciosa tallada a manos que seguramente por ahí debe estar con un coleccionista, El Mint y otros más. 

Después del Dunes, ocupado por Minsky y sus bellas señoritas con escote hasta el ombligo, que fue adonde llegamos de Los Ángeles para abrir el Sultan´s Table, el restaurante más elegante jamás concebido en donde tocaban los 11 violines de Villafontana y dos pianos revolventes, y en donde conocimos a Eddie Escobedo, ya trabajando detrás de la barra. 

Pero decíamos, después de estos hoteles se encontraban el Last Frontier, en donde Elvis Presley actuaba en un “lounge”, luego el Desert Inn, con Jimmy Durante, luego el Stardust, en donde se presentaba el suntuoso Lido de París, luego el Riviera con Judy Garland y finalmente el Sahara, en donde se presentaba Johnny Carson. 

Y en cuanto a la gente latina, si mal no recuerdo, ya existía el Círculo Cubano, y en el Hotel Thunderbird, ya desaparecido varias veces, actuaba Manolo Torrente y un espectacular “Latin Show” de bellas bailarinas cubanas, de donde surgió Norma Reyes, el famoso “Caramelo Cubano.” Y por cierto, ahí adelantito, en la esquina de Sahara Ave, y el “strip”, existía el único semáforo en Las Vegas de aquellos años, del cual hace tanta mofa Francisco.

Y así señores, es como se escribe la historia, por lo pronto, no nos queda más que enviar nuestras mil felicitaciones a la familia Escobedo, por haber sabido mantener con vida a El Mundo y a todo su personal, pero más que todo por mantener nuestra cultura viva y pujante. 

Y sin otra cosa más, seguiremos... Corroborando.

 

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