Por Marcia DUNN
El martes 14, Clyde Tombaugh pasará a menos de 12.552 kilómetros (7.800 millas) de distancia del planeta cubierto de hielo que descubrió hace 85 años.
Las cenizas del científico van a bordo de la sonda espacial de la NASA New Horizons (Nuevos Horizontes) en el primer viaje de la humanidad a Plutón.
La nave también lleva un timbre postal de Estados Unidos con fecha de 1991 que está por convertirse en obsoleto —dice “Plutón aún sin explorar”— así como dos monedas estatales de 25 centavos de dólar, una de ellas de Florida, de donde despegó la sonda, y la otra de Maryland, sede de los desarrolladores del aparato y del control de la misión.
En total, nueve elementos de pequeño tamaño van a bordo del New Horizons. Existe una buena razón para que sean nueve.
Cuando la sonda despegó el 19 de enero de 2006 de Cabo Cañaveral, Plutón era el noveno planeta de nuestro sistema solar. Fue reclasificado como planeta enano apenas siete meses después.
La viuda y dos hijos de Tombaugh entregaron 28,3 gramos (una onza) de cenizas del científico para que fueran incluidas en la travesía hasta Plutón. Las cenizas del chico granjero convertido en astrónomo están contenidas en una cápsula de aluminio de cinco centímetros (dos pulgadas) que lleva inscritas las siguientes palabras:
“Aquí se encuentran restos del estadounidense Clyde W. Tombaugh, descubridor de Plutón y de la ‘tercera región’ del sistema solar. Hijo de Adelle y Muron, esposo de Patricia, padre de Annette y Alden, astrónomo, maestro, aficionado a los juegos de palabras: Clyde Tombaugh (1906-1997)”
Annette Tombaugh-Sitze y su hermano menor Alden, ambos de setenta y tantos años, tienen previsto visitar durante el histórico encuentro del martes la base de operaciones de la misión en el Laboratorio de Física Aplicada en la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland. La madre de ambos falleció en 2012 a los 99 años.
“Creo que mi papá estaría emocionado con New Horizons. Digo, ¿quién no lo estaría?”, afirmó Annete en entrevista que difundió la NASA en internet. “Cuando observaba Plutón era sólo un punto de luz”.
Sobre la estampilla de 29 centavos que va en la sonda, el timbre describe a Plutón como un cuerpo gris con manchas color naranja, una representación artística basada en lo que la NASA sabía del pequeño planeta antes de 1991, que no era demasiado.
Las observaciones de la sonda han revelado mejores imágenes de un mundo de color cobrizo y brillante cubierto de hielo. CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU. (AP)