Por Rodrigo YÁÑEZ
Los senadores estatales aprobaron el pasado domingo 17 una ley que llevaría a un nivel de delito grave múltiples condenas por grafiti. Con una votación 12-9 pasaron la AB244 y también ya había sido aprobada en la Asamblea.
La medida, según la agencia de noticias AP, requerirá que cualquier persona con dos o más condenas por delitos de grafiti, incluyendo al menos un delito grave, se le hará el cargo de forma automática como felonía clase D. El cargo conlleva una pena de uno a dos años en prisión.
Los legisladores que apoyan la medida dicen que podría ayudar a combatir a los reincidentes que provocan costos significantes para reparar los daños que causa el grafiti.
Los opositores a esta ley dicen que el castigo no soluciona el crimen y la medida afectaría desproporcionalmente a las minorías.
Deberían cortarles la mano, dijo a El Mundo el instructor de un negocio dedicado a las artes marciales, ubicado dentro de un complejo comercial cerca de la Sahara Avenue y Nellis Boulevard, es demasiado lo que hacen, en este negocio también han rayado los cristales de los canceles, es terrible, señaló. Pienso que esa ley es buena.
En noviembre del 2005, el entonces alcalde de la ciudad de Las Vegas, Oscar Goodman, sugirió que a los grafiteros se les cortara el dedo pulgar y fueran exhibidos por televisión.
Desde la primera vez, estas personas tienen que pagar por el costo de la pintura, la mano de obra y meterlos a la cárcel, expreso a este semanario una empleada de un restaurante, no deben dejarlos que lo hagan varias veces, agregó, en mi vecindario han pintado muchas veces grafiti y después personal de la ciudad tiene que reparar esos daños. No es justo, señaló; el propietario de este complejo de negocios pinta a cada rato lo que hacen los grafiteros, señaló.
Considero que sería un buena ley, porque esas personas no tienen conciencia de lo que hacen, únicamente usan la mente para hacer maldades a la gente que trabaja, dijo a El Mundo una empleada de nevería, en lugar de hacer cosas buenas, trabajando por ejemplo, hacen cosas malas que arruinan la vida a la gente trabajadora y pierden el tiempo en quitar los grafitis que ellos hacen.
Cerca de donde yo vivo, cada dos o tres días la ciudad cubre todos los grafitis, indicó; estoy de acuerdo en que metan a la cárcel a este tipo de personas para que cambien su forma de pensar y de actuar, que esa manera que tienen de hacer cosas malas la cambien para hacer algo bueno.
