Una gran obra de arte digital encendida en la sede de Naciones Unidas en Nueva York busca reivindicar ante los líderes del mundo que la Inteligencia Artificial (IA) puede ser ética y ayudar al planeta, según dijo su autor, Refik Anadol, a EFE.
Se trata de una pantalla de grandes dimensiones situada en el edificio principal de la organización, y cuyas hipnóticas formas y sonidos cambiantes son producto de un algoritmo entrenado con 100 millones de imágenes de arrecifes de coral, una especie de sueño robótico que transcurre en el océano.
“La idea detrás de esta obra era crear el mejor modelo de IA sobre la naturaleza, el más ético y sostenible”, explica Anadol, quien ha trabajado durante dos años con su pequeño equipo en su estudio de Los Angeles, sin “grandes recursos”, en la investigación de datos necesaria para crearlo.
El artista turco-americano está en la cresta de la ola tras ganar gran popularidad gracias a una obra de IA generativa en el MoMA de Nueva York alimentada por la colección de museo, y de diseñar para la Casa Batlló de Barcelona una sala inmersiva donde la tecnología evoca los sueños de Gaudí.
Esta nueva obra, llamada ‘Large Nature Model: Coral’, ejemplifica el potencial de la IA no solo para concienciar sobre las consecuencias de la degradación del medio ambiente, sino para inspirar además la búsqueda de soluciones innovadoras, en lo que Anadol insiste: “La IA puede ser ética y sostenible”.
En la presentación para la prensa, Anadol se declaró orgulloso de formar parte de la Cumbre del Futuro (21-22 septiembre) y de los “diálogos clave que dan forma a nuestro futuro global”, y dijo esperar que su pieza logre explicar cómo la tecnología puede fomentar la conexión con el planeta.
“La idea aquí en la ONU es decirle al mundo que es posible resolver estos problemas”, apostilla el artista, que expondrá su obra desde hoy hasta el día 28, mientras tienen lugar plenarios de Alto Nivel en el edificio.
Y reflexiona: “Creo que la IA puede referirse a nada y a todo, y puede ser para nadie y para todos, así que mi principal (meta) es llamar la atención para que recuerden que la naturaleza es lo más importante que tenemos”.
La subsecretaria general de la ONU, Melissa Fleming, consideró la obra de Anadol “un testimonio de la belleza y fragilidad del mundo natural” y “una llamada clara a los líderes mundiales” para que “exploten el poder de la tecnología y el ingenio humano” en beneficio del planeta, según un comunicado.
La Fundación Patrick J. McGovern, una ONG centrada en la IA que ha colaborado en la investigación para la pieza, destacó por su parte que esta tecnología puede servir para innovar, pero también ayudar a “reconectar” con la naturaleza “de maneras que hasta ahora no han sido posibles”. Naciones Unidas (EFE)