Los ecologistas instan a Brasil a fijar metas más ambiciosas de reducción de emisiones

La principal red de organizaciones ecologistas de Brasil instó este lunes 26 al gobierno a fijar una meta “mucho más ambiciosa” de reducción de las emisiones contaminantes para cumplir la promesa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de “liderar por el ejemplo el combate a los cambios climáticos”.

Según un estudio divulgado por el Observatorio del Clima, Brasil tiene que reducir sus emisiones en un 92 % hasta 2035 en relación a las de 2005 “si realmente quiere dar una contribución justa para limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5 grados centígrados con respecto al período preindustrial, como determina el Acuerdo de París”.

Ello exigiría a la mayor economía latinoamericana y el sexto mayor emisor de gases contaminantes del mundo a reducir sus emisiones desde 2.240 millones de toneladas en 2005 hasta 200 millones de toneladas en 2035, según la red que agrupa a 119 organizaciones ecologistas e institutos de investigación.

Se trata de una meta casi el doble de ambiciosa a la que Brasil se impuso en 2015, cuando suscribió el Acuerdo de París y se comprometió a reducir sus emisiones en un 43 % hasta 2030 en relación a los volúmenes de 2005.

El estudio fue elaborado como una contribución a las discusiones que iniciará el Gobierno de cara a 2025, cuando, coincidiendo con los diez años de la firma del Acuerdo de París, los países tienen que revisar sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), es decir sus metas de reducción de emisiones.

“Las actuales metas de todos los países, así sean cumplidas integralmente, nos llevarán a un mundo casi 3 grados centígrados más caliente. Brasil, como presidente de la COP30 (la Conferencia Climática de 2025), necesita presentar ante la ONU un plan climático más ambicioso que inspire a los otros países a aumentar sus metas”, según el Observatorio del Clima.

Esta es la tercera propuesta de NDC presentada por el Observatorio del Clima en los últimos diez años. El estudio de 2015 concluyó que Brasil necesitaba reducir sus emisiones en un 55 % hasta 2030 y el presentado en 2020 que esa disminución tenía que ser de 83 %.

“La propuesta de 2024 sigue las orientaciones de la COP28 en Dubai. Fija una meta para 2035 compatible con un calentamiento de 1,5 grados centígrados; aumenta la ambición de la meta de 2030 y propone el inicio de la eliminación gradual de los combustibles fósiles en Brasil, con la meta de reducirlos en 42 %”, afirma la red.

Según la propuesta, para alcanzar la meta en 2035, Brasil necesita reducir en un 21 % las emisiones del sector de energía, principalmente las procedentes del consumo de combustibles fósiles.

Igualmente tiene que cumplir la meta con la que ya se comprometió Lula de reducir a cero la deforestación ilegal en todos sus biomas. RÍO DE JANEIRO (EFE)

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