Urge ser responsable para evitar ahogamientos

Por Roberto PELÁEZ

Hemos conseguido que las cifras desciendan de manera significativa, tanto como de unos 14 niños ahogados por año, a trabajar sin descanso para obtener cero fatalidades, que es nuestro objetivo prioritario... tener que reconocer un ahogado es para nosotros un número alto, una cifra que denota inconformidad.

Baldemar González, de la Coalición de Prevención de Ahogamiento Infantil en el Sur de Nevada, habla rápido, de manera apasionada cuando se refiere a la campaña que se lleva a cabo para reducir el número de fatalidades, para nosotros, dice, es algo primordial mantener una campaña de concientización, que la comunidad comprenda que cualquier lugar donde haya agua es peligroso... sabemos de casos en que un pequeñín se ahogó en muy poca agua, entonces, es necesario extremar los cuidados, argumenta el conocido inspector de la ciudad de North Las Vegas.

Cuando comprendamos que no podemos descuidarnos siquiera unos pocos segundos, que es necesario adoptar una postura responsable, vigilante, y poner en práctica las medidas de precaución, estaremos en condiciones de trabajar con más posibilidades de conseguir el cero fatalidades que tanto deseamos.

El entrevistado se refiere a las medidas o ABCD para evitar ahogamientos, además de los requerimientos o exigencias en torno a una alberca. Insistimos en que siempre se debe tomar en cuenta el ABCD en prevención de ahogamientos. Reiteramos, apuntó González, que la supervisión por parte de un adulto corresponde a la A, y eso incluye por supuesto una vigilancia estrecha, el no desatender a los pequeños en las albercas, lagos, una tina, bañera, un pequeño cubo, entonces hay que supervisar, no quitarle la vista de encima a los niños y estar muy cerca de ellos.

La medida o acápite B está relacionado con la instalación de barreras, explicó, disponer de un cerco perimetral alrededor de la alberca, con cierre de seguridad lejos del alcance de los pequeños, y por otro lado exigir y cerciorarse de que el spa esté siempre tapado y con correas; si es posible disponer de alarmas que alerten si hay acceso a la piscina.

No queremos continuar sin insistir en que los padres deben conocer el ABCD, y no sólo conocerlo, poner en práctica las medidas de seguridad, recalcó el inspector, por eso año con año repartimos folletos sobe este importante asunto, escrito en un lenguaje fácil de comprender por todos. Vale preguntarse: qué niño cuando juega solo o sus amiguitos tiene en cuenta las medidas de seguridad para prevenir cualquier accidente, entonces toca a los padres adoptar una postura responsable, vigilar, estar atento a todo.

No hay dudas de que el mejor regalo que un padre puede hacer a un niño es enseñarlo a nadar o facilitarle que asista a clases de natación, es un regalo que dura para toda la vida, dijo González.

Por eso el capítulo C de prevención está relacionado con las clases de natación que mencioné; los miembros de la familia deben saber nadar, recordar que las lecciones son para cualquier edad, y resulta una herramienta de importancia capital, lo mismo que el saber aplicar los primeros auxilios, ellos pueden separar en segundos la vida de la muerte.

El punto D es el uso de dispositivos flotantes en la piscina, chalecos salvavidas, y herramientas de rescate. Conocer la ubicación de un anillo de seguridad, instrucciones de RCP, un teléfono de emergencia en la piscina, o el socorrista. En esto de prevenir ahogamientos no se puede dejar para mañana lo que es preciso hacer hoy.

 

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