“Puede ser más difícil el tratamiento debido a la resistencia a los antibióticos. Si han sido previamente tratados con claritromicina o metronidazol, es posible que esos pacientes necesiten algún régimen especial”, señaló Perua.
De visita en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, el médico recordó que la H. Pylori, además de la gastritis, puede causar indigestión, úlceras y en algunos casos cáncer.
En tanto, Marshall, Premio Nobel de Medicina en 2005, explicó que el contacto con la saliva y el agua contaminada son los principales factores de riesgo.
“Para proteger a la población (se debe) número uno, hacer que el suministro de agua potable sea más limpio”, afirmó.
Marshall aseguró que la bacteria podría disiparse a medida que se tenga un mejor suministro de agua, familias más pequeñas y mejores dietas.
Los especialistas recordaron que en el mundo existen cuatro mil millones de personas infectadas con H. Pylori, de los cuales, el uno por ciento desarrolla cáncer gástrico.
“Es un área de investigación importante para México, porque tal vez la situación en México no sea la misma que en otros países, como en China, que tienen otros aspectos culturales en las familias”, indicó Marshall.
En el marco del 70 Aniversario del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, el jefe del departamento de Gastrointerología, Luis Federico Uscanga, mencionó que el H. Pylori es muy frecuente en México.
“Dependiendo del estrato socioeconómico, que seguramente tiene que ver con las condiciones de higiene de las familias, puede encontrar niveles de anticuerpos hasta en 80 por ciento de las personas”, apuntó.
Helicobacter pylori es un tipo de bacteria que se encuentra en el estómago y permanece en la mucosa gástrica por años y se le considera la enfermedad bacteriana crónica más común en el mundo debido a que más de la mitad de la población la padece.
La infección ocurre con mayor frecuencia durante la infancia y es una causa de gastritis y úlceras estomacales que pueden complicarse hasta convertirse en un cáncer de estómago.
La mayoría de las personas con H. pylori no presentan signos o síntomas, aunque es probable que exista dolor con sensación de quemadura en el abdomen, dolor abdominal cuando no se ingirió ningún alimento, náusea, pérdida del apetito, eructos frecuentes o pérdida de peso.
Para diagnosticar la infección por H. pylori se deben realizan diferentes pruebas, algunas de ellas son invasivas con el fin de tomar una pequeña muestra de la mucosa gástrica para su análisis.