La tiroides es una glándula pequeña, tiene forma de mariposa, se localiza cerca de la garganta. Produce la hormona tiroidea, encargada de regular el ritmo cardiaco, la temperatura corporal y la rapidez con que el cuerpo quema calorías.
Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir la enfermedad de las tiroides. Padecer de ellas puede provocar problemas con el período menstrual.
Entre sus síntomas se encuentran: Fatiga (cansancio); aumento de peso; sequedad en la piel y el cabello; sensación de frío, cambios en el humor -como sentirse triste, deprimida, menos interesada en la vida de lo habitual-; dolores de cabeza, problemas para dormir.
Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes. Afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.
Los problemas de tiroides ocurren cuando la tiroides produce demasiada hormona (hipertiroidismo) o muy poca (hipotiroidismo). Esto hace que el metabolismo y el ritmo cardiaco se aceleren.
El yodo es un componente importante en la producción de la hormona tiroidea. Un nivel adecuado de yodo en la dieta es esencial. Si hay déficit o carencia de yodo puede mejorarse con el suplemento en la sal y otros alimentos.
Incluso sin un problema médico subyacente, las tiroides a veces producen demasiada o poca hormona. Los médicos no saben a ciencia cierta por qué sucede esto, sin embargo coinciden en que la edad influye.
También pueden presentarse síntomas como nerviosismo excesivo, insomnio, palpitaciones, cansancio inexplicable, sudoración fácil, mala tolerancia al calor, temblor de manos, pérdida de peso a pesar de tener buen apetito.