Lactancia materna, vacuna natural que protege toda la vida

En las primeras horas de nacido, Mateo recibió su primera vacuna natural e indolora. Se trata del calostro, la leche materna que produce la mujer entre el primero y el sexto día después del parto, misma que contiene la más alta concentración de factores inmunológicos.

El calostro es el que tiene la mayor concentración de anticuerpos para que los menores cuenten con las defensas necesarias para protegerlos ante infecciones respiratorias y gastrointestinales, alergias, obesidad y diabetes, entre otras enfermedades.

Alín Violeta Saldaña, madre de Mateo, aseguró que el periodo de lactancia es muy importante no sólo para su bebé, sino también para ella, pues esta práctica protege su salud y le ayuda a una más pronta recuperación.

“A nosotras nos ayuda a prevenir cáncer de ovario, el útero regresa más rápido a su tamaño normal, reduce el sangrado; a los bebés, les ayuda pues tiene los nutrientes necesarios que necesita, les ayuda a prevenir diabetes, tiene la temperatura adecuada”, señaló.

La lactancia materna es un acto de amor, no sólo de alimentar a un bebé, pues crea lazos afectivos entre madre e hijo con beneficios a futuro.

La leche humana se recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los primeros seis meses de vida del menor y complementaria hasta los dos años.

“En los niños tiene un impacto importante, les trasmite anticuerpos, les previene infecciones gastrointestinales y respiratorias, y esto tiene un impacto en la etapa adulta porque previene la evolución a la obesidad, la diabetes e hipertensión, y es una alimentación estéril y disponible en todo momento”, destacó Luz Angélica Ramírez García, directora Médica del Hospital de Ginecobstetricia No. 4 del IMSS.

En los primeros 15 días, después del alumbramiento, su composición se va modificando: en la primera semana se produce calostro, rico en proteínas, minerales y anticuerpos que fortalecen el sistema inmunitario del bebé protegiéndolo de infecciones.

Ese líquido denso y amarillento, es la primera inmunización para el recién nacido. Entre los días 7 y 13 se produce la leche intermedia de un color más claro, y a partir del día 13 o 14 empieza la leche madura que con el paso del tiempo tendrá un mayor contenido de grasa para poder saciar el apetito del bebé.

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2018, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF en 1992, con el fin de promover y defender esta acción en favor de la infancia.

“El compromiso de favorecer la lactancia materna es un hecho y es algo que ha estado dando beneficios, se ha visto el impacto que tiene. En el hospital, hay reducción del empleo se sucedáneos (fórmulas) de leche materna, y se  favorece lactancia materna que tendrá un impacto en la salud”, afirmó Ramírez García.

La especialista neonatóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que lactancia materna es una estrategia mundial para abatir la mortalidad materno-infantil.

Las zonas rurales son las que tienen mayor incidencia de lactancia, y actualmente en las ciudades hay una cruzada para sensibilizar a mujeres sobre la importancia de amamantar y sus beneficios.

Ser madre trabajadora y amamantar a los bebés si se puede, por lo que se recomienda acercarse a los servicios de salud para que se les oriente cómo extraerse y conservar la leche materna a lo largo del día, mientras que las empresas deben mantener e incrementar las acciones en favor de la lactancia materna.

Lactario y Banco de Leche

El Hospital de Ginecobstetricia No. 4 del IMSS, en la Ciudad de México, cuenta desde hace dos años con un Lactario y un Banco de Leche donde las madres de bebés prematuros o que por otras causas de salud no pueden estar con ellos, tienen oportunidad de extraerse y depositar su leche para alimentar a sus hijos.

Desde unas gotas hasta 40 o más mililitros, son igual de importantes para iniciar la lactancia materna y garantizar los beneficios que esto ofrece a los recién nacidos.

Alejandra Falcón explicó que en este centro se recibe la leche materna de donación homóloga (madre-hijo) o heteróloga (de madre distinta) para que los neonatos más vulnerables puedan recibirla y recuperarse más pronto.

En el Lactario se les orienta a las madres sobre las medidas de higiene y mejores técnicas para la estimulación y obtención manual de la leche en dicho sitio o en su hogar.

En el Banco de Leche se recibe el líquido y el primer paso es asegurarse de que no contenga rastros de sangre o posibles bacterias que puedan contaminarla, para lo cual se hace una observación visual.

“Posteriormente se pasa a la pasteurizadora donde mediante choque térmico se pasteuriza la leche materna. Primero alcanza una temperatura de 63.5 grados centígrados y de inmediato baja a 4 grados centígrados para asegurar la inocuidad del producto y se distribuye de acuerdo a las tomas del bebé”, subrayó.

Cuando una mamá tiene excedente de leche y puede donarla para un neonato que no sea su hijo (heteróloga), se analiza que esté libre de VIH y de hepatitis B y C, se pasteuriza, se elige a los bebés más vulnerables y se firma una carta de consentimiento informado tanto por parte de la donadora, como de la madre cuyo hija o hijo recibirá ese lácteo.

Anualmente procesa un promedio de mil 200 litros de leche materna de donación homóloga o heteróloga, y se encuentra abierto los 365 días del años de 8:00 a 19:00 horas. México (NOTIMEX)

 

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