Un juez de Los Ángeles falló que una ley de California requiere que las cafeterías pongan en sus productos etiquetas que adviertan sobre sustancias cancerígenas. El juez de la Corte Superior Elihu Berle dijo en una propuesta de decisión que Starbucks y otras empresas del ramo no demostraron que el peligro representado por una sustancia producida en el proceso de tostado del café era insignificante.
Un grupo sin fines de lucro había demandado a tostadoras, distribuidoras y minoristas de café con base en una ley estatal que obliga a las empresas a advertir sobre una amplia gama de sustancias en sus productos que pueden causar cáncer. Una de ellas es la acrilamida, un carcinógeno presente en el café.
La sanción podría ser de hasta 2.500 dólares por persona expuesta a diario durante ocho años, por lo que la cifra podría ser astronómica en un estado con casi 40 millones de habitantes, aunque es muy improbable una cifra de tan gran escala.
Las empresas del ramo afirman que el compuesto está presente en niveles inocuos y que deberían estar exentas de la ley porque resulta de forma natural por el tostado de los granos para darles sabor. Las decisiones judiciales propuestas en California pueden ser revertidas, pero raramente ocurre. Los Ángeles (AP)