Al iniciar el ciclo escolar es importante que los padres de familia lleven a sus hijos con el médico familiar para que les sea practicado un examen de la vista y comprobar que su agudeza visual es adecuada.
En caso de encontrar alguna anomalía, el menor puede ser enviado con el oftalmólogo para determinar si requiere utilizar lentes o padece alguna enfermedad como catarata congénita, glaucoma, estrabismo o tumores intraoculares, que debe ser tratada inmediatamente.
Diana González Guajardo, oftalmóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dijo que el menor que requiere lentes y no se le proporcionan, o no tienen la graduación adecuada, llega a tener problemas como baja calificación, distracciones frecuentes o mala conducta.
Mencionó que el uso de los lentes tiene que ser constante y el menor debe acostumbrarse a utilizarlos todo el día, para hacerlo parte de su rutina.
Recomendó que cada seis meses o más tardar al siguiente año se realice un nuevo examen de la vista, para saber si requiere algún ajuste en la graduación de los anteojos.
También apuntó que el oftalmólogo es el especialista indicado para realizar el diagnóstico preciso de algún padecimiento en los ojos.
Llevarlos a una óptica para que ahí se les haga el examen, puede ser útil para detectar defectos visuales como miopía, hipermetropía o astigmatismo que se resuelven con la colocación de lentes, pero no para detectar otros problemas que pueden ser la causa de una mala visión.
González Guajardo, mencionó que, la mayoría de los pequeños que tienen problemas de visión son de tipo refractivo y se corrigen al colocar los lentes; sin embargo, un bajo porcentaje presenta alguna enfermedad, y es conveniente iniciar el tratamiento de manera temprana para lograr una agudeza visual normal. México (NOTIMEX)
