Por Rodrigo YÁÑEZ
Nunca deje a su hijo solo en el vehículo, es la ley; tampoco a personas mayores ni mascotas; al llegar a su destino y antes de dejar su vehículo, asegúrese de que todos los ocupantes salgan del carro. Lleve con usted a todos los niños, incluso si están durmiendo. Cierre las puertas y la cajuela del automóvil y mantenga las llaves fuera del alcance de los niños
La temperatura del cuerpo de un niño se eleva más rápido que la de un adulto. Dejar una ventana abierta no es suficiente. Nunca es seguro dejar a su hijo solo en un vehículo estacionado porque la radiación del sol calienta los objetos adentro del coche, como el tablero de instrumentos, el volante, la silla de seguridad, etc., y estos objetos calientes rápidamente atrapan el aire adentro del carro, semejante a un horno, lo cual puede provocar la muerte.
De acuerdo a información del Departamento de Salud del Sur de Nevada (SNHD, por sus siglas en inglés), durante el verano, las olas de calor pueden producir temperaturas excepcionalmente altas, 10 grados o más sobre la temperatura alta promedio, que duran por días o semanas.
El calor extremo fuerza a su cuerpo a un nivel superior al normal. Bajo circunstancias normales, el termostato interno envía señales para que se produzca la sudoración. El sudor se evapora y enfría el organismo.
Sin embargo, el calor extremo vuelve más lento el proceso de evaporación y el organismo debe esforzarse más para mantener una temperatura normal.
Estas condiciones pueden sobrecargar su organismo y provocar enfermedades relacionadas con el calor, o incluso la muerte. El calor mata a más estadounidenses que los tornados, huracanes, inundaciones y relámpagos juntos, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional.
Según SNHD, las personas con mayor riesgo de experimentar enfermedades relacionadas con el calor son las mayores de 65 años, que no pueden compensar adecuadamente la fatiga por el calor y son menos propensas a sentir y responder ante los cambios en la temperatura; además bebés y niños de hasta 4 años son sensibles a los efectos de las altas temperaturas y dependen de terceros para regular sus entornos y obtener líquidos adecuados.
También las personas con sobrepeso son propensas a las enfermedades causadas por el calor debido a su tendencia a retener más calor corporal. Personas que tienen una enfermedad física, en especial enfermedad cardiaca o presión arterial alta, se pueden ver afectadas por el calor extremo.
Personas que toman ciertos medicamentos, como para la depresión, insomnio o circulación deficiente, se pueden ver afectadas por el calor extremo, y personas que hacen esfuerzos excesivos se pueden deshidratar y volverse susceptibles a enfermedades cardiacas. Tenga cuidado si trabaja en el exterior, se ejercita bajo el sol o consume drogas o alcohol.
La mejor defensa contra las enfermedades relacionadas con el calor es la prevención. Es importante mantenerse fresco y hacer cambios simples en el consumo de líquidos, en las actividades y la vestimenta durante los días calurosos y así se mantendrá seguro y saludable.
