En tiempo de calor todo cuidado es poco en las albercas para evitar ahogamientos

Por Roberto PELÁEZ

Todo cuidado es poco, hay que extremar las precauciones, hacer todo lo posible por evitar tragedias irreparables, apuntó Jaime Estrada, quien cada año, cuando ‘arrecia’ el calor hace un llamado a la supervisión de las albercas para evitar ahogamientos. 

Ya se ha convertido en algo tradicional que se efectúen eventos donde se exponen ideas con un objetivo primordial, encaminado a que la comunidad gane conciencia del latente peligro que puede traer consigo el descuido por unos pocos segundos cuando hay menores en las albercas, resaltó el fraterno Estrada. 

Se juntan, dijo, representantes de la Coalición Preventiva de Ahogamiento Infantil del Sur de Nevada (SNCDPC, por sus siglas en inglés) para dejar en claro la importancia de mantenerse informados, de conocer las medidas de prevención, escuchar testimonios, en fin, destacó, se trabaja para evitar tragedias.

Varias de las actividades, agregó, cuentan con ejercicios de demostración a cargo de miembros del Departamento de Bomberos, quienes simularon el rescate de un menor y como se involucra a los paramédicos. 

Como siempre se enfatiza en que la gente tenga en mente las indicaciones y sugerencias pertinentes, conozca el ABCD de la prevención de ahogamiento que son pasos muy sencillos sobre los que se insiste siempre por esta temporada; los pasos pueden muy bien separar la vida de la muerte por lo que representan para salvar vidas: La letra A -significa el entrevistado- es supervisión a cargo de adultos, o sea, es imprescindible que si los menores van a entrar a la alberca siempre deben tener la supervisión de una persona adulta, designada a cuidar a los pequeños sin la más mínima distracción. 

Es preciso que los niños conozcan que deben salir de la piscina si el adulto se retira, además, hay que contratar los servicios de un salvavidas certificado si se va a celebrar alguna fiesta, parrillada o evento social cerca de la alberca. 

Los menores, apuntó, sólo deben estar en las albercas bajo la supervisión de los adultos para evitar tragedias. 

La B, comprende todo lo relacionado con las barreras de protección alrededor de la piscina; sin dudas es muy importante instalar y usar de manera correcta las barreras o niveles de seguridad. Las bardas deben impedir el paso y como mínimo tener 60 pulgadas de altura. La cerca de aislamiento debe separar el área de la piscina y el spa del resto de la casa. No deben brindar la posibilidad de esca- larlas. Los llamados portones deben permanecer cerrados y por ningún concepto quedar trabados. Recuerde, señaló Estrada, que los niveles de seguridad dificultan, demoran el acceso de los infantes a la piscina. Cada segundo es importante. 

La C representa las clases de natación y primeros auxilios con técnicas de rescate y como llamar al 911. Cada propietario de alberca debe garantizar que los familiares aprendan a nadar y conocer el RCP (reanimación cardiovascular). Las clases de natación resultan un regalo para toda la vida. 

La D significa dispositivos de flotación personal, chalecos salvavidas, equipos de rescate. Es preciso estar alerta y crear un entorno seguro en la piscina. 

 

La prevención en el caso de ahogamientos es un asunto que concierne a la comunidad, y es menester que cada uno entienda el mensaje, lo comparta, sugiera, e informe con el objetivo de brindar su aporte, por mínimo que sea, pues puede contribuir a salvar una vida. 

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