Calidad de vida... “Somos lo que comemos”

La calidad de vida que se tenga en la edad adulta depende -precisan los expertos- de la alimentación que se haya tenido durante los años anteriores.

El cuerpo femenino genera muchos cambios después de los 50 años: desaceleración del funcionamiento metabólico, cambios físicos como el aumento o disminución de peso, cambios en la piel y el pelo, y sobre todo, cambios hormonales derivados de la menopausia.

Muchos nutricionistas consideran relevante cuidar la alimentación durante y después de los 50 años. Pero... ¿Qué es importante consumir a partir de los 50 años de edad?

Las experimentadas Aurora Buffington y Olga Martín han explicado: “Después de los 50 años, las personas deben consumir alimentos ricos en calcio que mantengan sus huesos y dientes fuertes. La osteoporosis empieza a presentarse y es importante cuidarse adecuadamente; si decide tomar vitaminas, esteroides o suplementos de calcio es primordial consultar a un especialista, no puede medicarse sin consultar al endocrinólogo”. 

Para mantener sana la textura de la piel y el pelo, los médicos sugieren tomar Vitamina E, (se encuentra en frutas y verduras como el brócoli, la soya y la espinaca).

La Vitamina C (en el kiwi y el repollo), que poseen antioxidantes, previenen los problemas de la edad y del envejecimiento, ayudan a mantener la regeneración de la piel. Agréguele una correcta hidratación, junto al consumo de frutas, verduras y carnes sin grasa.

¿Qué cantidad de líquidos deben tomar las personas a los 50 años o más?

Los estudiosos coinciden: Unos ocho vasos de agua, se deben tomar entre comidas, no con ellas.

Hay que comer carbohidratos, proteínas y alimentos reguladores en las porciones adecuadas dependiendo del peso. 

La mejor manera de cuidarse, apunta Marie Arias, es hacerlo con una dieta adecuada y ejercicios. 

Lo mejor es comer frutas y verduras bajas en sodio, proteínas y granos; dejar de lado los harinas saturadas y los dulces en gran cantidad. Caminar alrededor de una hora al día ayuda a mantener el peso ideal.

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