Ayuno menos tedioso y ejercicio tolerable mejoran salud de mujeres obesas

La combinación del Ayuno Intermitente (TRE) y el Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad (HIIT) mejora la salud de las mujeres con obesidad, según una investigación de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).

“El TRE es un método menos tedioso y más eficiente en cuanto al tiempo para perder peso si se le compara con la cuenta diaria de calorías, y HIIT es tolerable y seguro para personas que han sido sedentarias y que pueden completarlo dentro de 30 a 40 minutos”, explicó Trine Moholdt, directora del Grupo de Investigación de Ejercicio, Salud Cardiometabólica y Reproducción en NTNU.

El programa es recomendado “para personas que desean tener una forma relativamente simple de cambio de los hábitos de dieta y ejercicio para el mejoramiento de su salud”, agregó Moholdt.

Los investigadores observaron buenos resultados de esa combinación en 131 mujeres con exceso de peso u obesidad y que tenían factores de riesgo para enfermedades como diabetes y males cardiovasculares, según publica este martes la revista Cell Metabolism.

El TRE alterna períodos de ayuno y de ingesta de alimentos, mientras que el HIIT tiene sesiones de ejercicios anaeróbicos y aeróbicos en períodos de entre 4 y 30 minutos que resultan en un alto metabolismo de glucosa y una quema elevada de lípidos.

“El TRE y el HIIT aislados han recibido una atención creciente como estrategias efectivas y factibles para poblaciones en riesgo”, recalcó Moholdt.

“Nosotros quisimos comparar los efectos de la combinación de TRE y HIIT con sus efectos por separado para determinar si TRE y HIIT actuarían de forma sinergética para mejorar la salud de las personas con riesgo de males cardiometabólicos”, añadió.

Para este estudio los investigadores definieron TRE como el consumo de todas las calorías diarias dentro de un período de 10 horas, y HIIT se definió como una sesión de ejercicio al 90 % del ritmo cardíaco máximo durante 35 minutos tres veces por semana.

Los investigadores encontraron que las participantes que combinaron ambos lograron mejorar su control glicémico promedio de largo plazo. Asimismo pudieron reducir la masa de grasa y de mejorar su capacidad cardiorespiratoria.

Pero no se observaron diferencias estadísticamente significativas en los lípidos en la sangre, las hormonas del apetito y en señales vitales después en comparación con el grupo de control.

Kamilla La Haganes, estudiante de doctorado en NTNU, señaló que otra conclusión importante del estudio fue que “las tasas de adherencia al régimen son importantes”.

“Las tasas de adhesión a las recomendaciones generales sobre el estilo de vida son bajas, y nuestra estrategia de dieta y ejercicio puede servir como una alternativa”, añadió.

Por su parte Moholdt recomendó este tipo de programa “para personas que desean tener una forma relativamente simple de cambio de los hábitos de dieta y ejercicio para el mejoramiento de su salud”.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos los adultos afroamericanos tienen la tasa más alta de prevalencia de la obesidad, con 49,9 %, seguidos por los latinos con 45,6 % y los blancos con 41,4 %.

Las mujeres tienen una tasa más alta de prevalencia de la obesidad con 11,5 %, comparada con una del 6,9 % para los hombres. Washington (EFE)

 

 

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