Los casos del síndrome alfa-gal (AGS), que causa reacciones alérgicas a las carnes rojas desencadenadas por la picadura de la garrapata “estrella solitaria”, están aumentando en el país desde el 2010, según las autoridades sanitarias.
Se han registrado desde entonces al menos unos 450 MIL casos del mal, cuya transmisión aparece vinculada a las picaduras de garrapatas y que causa una hipersensibilidad, potencialmente letal, a un oligo sacárido que se encuentra en la mayoría de las carnes de mamíferos.
Los números de casos de AGS en el país, que se presentan en el sur, el medio oeste y la costa atlántica del país, han aumentado sustancialmente, según el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR), divulgado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“El impacto del síndrome alfa-gal en Estados Unidos podría ser sustancial dado el alto porcentaje de casos en los cuales se sospecha el síndrome, pero que pasan sin diagnóstico debido a los síntomas que no son específicos, ni coherentes”, explicó Johanna Salzer, de los CDC y una de los autores del estudio.
Los síntomas de alfa-gal, según la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología, aparecen entre tres y ocho horas después de la ingestión de carnes rojas y pueden incluir ronchas y picazón, inflamación de los labios o el rostro, y dolor abdominal, náusea, diarrea o vómitos.
El número de personas con resultado positivo en la prueba por alfa-gal subió de 13 mil 371 en 2017 a 18 MIL 885 en 2021, indicó el estudio publicado por MMWR.
Entre las personas de las cuales se disponía información sobre su domicilio, la prevalencia más elevada se encontró en partes de Oklahoma, Kansas, Arkansas, Misuri, Misisipi, Tennessee, Kentucy, Illinos, Indiana, Carolina del Norte, Virginia, Maryland y Delaware.
“Las personas con supuesto alfa-gal estaban ubicadas predominantemente en áreas donde se sabe que se ha establecido, o se informa de la presencia de la garrapata conocida como ‘estrella solitaria’ (Amblyomma americanum”, añadió el informe.
Esta presencia es mayor en Arkansas, Kentucky, Misuri y el condado Suffolk en el estado de Nueva York. Washington (EFE)