El ajo, la cebolla, el jengibre y el propóleo son productos del campo que tienen como principal característica actuar como antibióticos naturales, y México es productor de estas plantas, las cuales constituyen una verdadera defensa contra las infecciones, al tiempo que alivian otras dolencias.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el uso de productos del campo para curar enfermedades tiene un origen muy antiguo y se practicaba en todas las civilizaciones humanas, por lo que las propiedades curativas de plantas, frutas y verduras ha sido comprobada. De ahí que es indispensable impulsar su uso.
“Un antibiótico es un cuerpo que tiene diversas procedencias e impide el desarrollo o multiplicación de microbios o bien los destruye”, precisó en su blog.
Destacó que el primer lugar lo ocupa el ajo, el cual es sin duda el antibiótico natural por excelencia, debido al sulfuro de alilo que contiene, un ingrediente natural que mata no sólo a los patógenos y las bacterias, sino también hongos y virus, sin perjudicar la flora intestinal.
Dicha planta de la familia de las liliáceas es muy eficaz para curar infecciones de las vías respiratorias e infecciones por cándidas. En México, la producción anual de ajo es de casi 76 mil toneladas, siendo Zacatecas, Guanajuato y Puebla los principales productores.
La cebolla, pariente del ajo, es otro de los grandes remedios para combatir, sobre todo, infecciones respiratorias y de la piel, así como las de origen bacteriano. La cebolla depura el cuerpo a profundidad y aniquila organismos nocivos. La producción en el país es de más de un millón y medio de toneladas, y las entidades que la producen son: Chihuahua, Tamaulipas y Zacatecas.
También está el jengibre, una planta de la familia de las zingiberáceas, su poder antibacteriano ha resultado útil contra la infección por la bacteria Helicobacter pylori, causante de muchos casos de gastritis, así como para diversas infecciones digestivas y de vías respiratorias. La producción de esta raíz está concentrada en el estado de Oaxaca, y asciende a poco más de mil toneladas.
Por otra parte, la Echinacea Purpurea es una planta medicinal que crece en llanuras, praderas y colinas secas y se cultiva como planta ornamental por su peculiar color. La equinácea estimula el sistema inmunológico para ayudar a combatir las infecciones virales, fúngicas y bacterianas.
Mientras que el propóleo, el cual es una sustancia resinosa, balsámica, con la que las abejas construyen su colmena y que presenta propiedades antibióticas. El favorece la cicatrización de quemaduras e incluso combate el virus causante del herpes labial. México (NOTIMEX)