Por Steve PEOPLES
Jeb Bush hizo una firme comparecencia en el debate republicano. Pero podría dar igual.
Bush describió al magnate Donald Trump como “el candidato del caos”, insistió en que no puede “alcanzar la presidencia con insultos” y rechazó su propuesta de impedir la entrada de los musulmanes al país tachándola de peligrosa y “poco seria”.
Trump se centró en los malos resultados de Bush en los últimos sondeos y restó importancia a las críticas en su contra.
“Sé que intentas recuperar energía, Jeb, pero no funciona muy bien”, respondió Trump.
“Donald, no vas a poder alcanzar la presidencia con insultos. Eso no va a ocurrir”, replicó Bush.
Fue el momento que los partidarios de Bush esperaban en los primeros debates en horario de máxima audiencia. Que tardara varios meses en llegar subraya la debilidad de Bush como candidato, pese a que disfruta de todas las ventajas que el dinero puede comprar.
No se suponía que fuera a ser así.
Hace un año, Bush dio la campanada en la esfera política al anunciar que estudiaría activamente una campaña presidencial. Con apoyo de buena parte de la corriente tradicional del partido, el hijo y hermano de presidente amasó más de 100 millones de dólares que se suponía debía asustar a sus rivales y facilitar su senda hacia la candidatura republicana a la presidencia.
No funcionó.
Sus flojos números en los sondeos no han mejorado. Y Trump, el que menos ha gastado entre los principales aspirantes, domina las encuestas como favorito del partido. Bush tiene decenas de millones en el banco y tras su actuación en el debate del martes había algunos indicios de optimismo.
“Es interesante que ninguno de los otros candidatos viera adecuado desafiar al señor Trump”, dijo el director de campaña de Bush Danny Díaz tras el debate. “Queríamos subrayar la diferencia entre los candidatos: uno que está preparado, con conocimientos para el puesto y otro cuyo comportamiento errático y retórica inconsciente plantean preguntas reales”.
La mayoría de los republicanos en el escenario del debate no estaba de acuerdo con la propuesta de Trump de prohibir la entrada de los musulmanes a USA. Nadie condenó el plan de forma tan concreta como Bush.
“No es una propuesta seria. Llevará al mundo musulmán, al mundo árabe, más lejos de nosotros cuando necesitamos acercarnos a ellos para crear una estrategia y destruir a ISIS”, afirmó Bush. Trump “es el candidato del caos”, y añadió: “No sería el comandante en jefe que necesitamos para mantener al país a salvo”.
El senador de Florida Marco Rubio dio pocos indicios de preocuparse por Bush, ignoró a su rival de Florida y dirigió sus críticas más duras contra el senador de Texas Ted Cruz. Trump parece más que satisfecho de discutir con Bush.
“Presentarse a presidente es un asunto duro”, dijo Bush al comienzo del debate.
“Oh, lo sé. Eres un tipo duro, Jeb, lo sé”, replicó Trump antes de señalar la brusca caída de Bush en las encuestas desde que comenzó como favorito.
“Caes cada vez más”, comentó. “Pronto habrás caído del todo”. (AP)