Hay mucho poder en el perdón
Mira esta frase que me encontré: “Perdona a tus enemigos... Nada los molestará más”. Te digo una verdad: “Tú no puedes avanzar mientras estás tratando de vengarte o de desquitarte”.
Y es que la falta de perdón de parte tuya, es como tratar de que tu auto camine, mientras tienes el freno puesto, o con tu pie, o con tu mano, es imposible.
Por eso, cuando te hagan un mal la mejor respuesta es una débil memoria. Ya sé lo que me vas a contestar, que tal vez perdonas pero no olvidas. Lo he oído o lo he dicho yo también. Pero yo te aconsejo, por decirlo de alguna manera “Hoy trata con todas tus fuerzas de no darle de comer a tu memoria, los malos tratos, los malos recuerdos, aquellas ingratitudes que te hicieron o que cometieron contra alguno de los tuyos”.
Muchas de las veces las personas que nos hicieron algún tipo de daño, sea lo que sea, la mayoría de ellos, ni siquiera se acuerdan de lo que nos hicieron. Mientras que nosotros cometemos el error de seguir “encendiendo” esa como bola de fuego que nos come y nos carcome nuestro interior.
-”Es que cada vez que me acuerdo de eso, me arde el estómago”- No sé si te suena familiar esta frase. Otros dicen, la venganza es más dulce que el perdón.
Pero yo quiero que pienses un momento en esto: Las veces que tal vez te has vengado, si eres honesto conmigo, me responderás que no sentiste absolutamente ningún alivio. Pero yo te digo que el verdadero alivio viene, cuando por decirlo de alguna manera, “sueltas” ese rencor, “sueltas a esa o esas personas” y las perdonas por lo que hayan hecho.
Te digo algo más: Una vez que las sueltes y que las perdones, claro que te vas a acordar de lo que te hicieron, pero cuando lo recuerdes, ya no habrá dolor y al pasar el tiempo, ya no solo no tendrás dolor, sino que la carga habrá sido quitada por ti, dicha carga se llama el deseo de la venganza.
Te voy a decir en una manera más sencilla todavía: Has de cuenta de que tú, en cierto momento de tu vida, necesitaste pedir dinero a alguien, hiciste un préstamo. Al hacer dicho préstamos, la persona que te dio el dinero, te hizo firmar unos pagarés, unos documentos, en los cuales te comprometías pagar aquello que te prestaron.
Pero dime si no te sorprendería, si la persona que te hizo el préstamo, viniera y enfrente de ti, te dijera: “Mira, no sé por qué, pero siento que te debo perdonar la deuda que tienes conmigo, por lo tanto, enfrente de tu cara, rompo hoy los pagarés que firmaste”.
Pero -me dirás- esas cosas no suceden. Pues entonces yo te digo esto: Hoy mismo, tú mismo, rompe aquellos deseos de vengarte, aquellos deseos de desquitarte y en lugar de seguir viendo y viendo aquellos pagarés que te deben, rómpelos y eso se logra cuando de corazón, tu perdonas a esa o esas personas.
“La persona que no puede perdonar, quema el puente, que tal vez algún día, llegue a necesitar”. Y es que la gente necesita que se le ame más, cuando menos lo merece. La fórmula garantizada para limitar tu potencial es no perdonar.
Te doy un consejo muy sencillo y muy práctico que tú puedes hacer. A la hora que te toque tomarte un baño en la regadera haz este simple ejercicio: Abre el agua en la regadera, deja que caiga por tu cabeza y por todo tu cuerpo, toma un poco de jabón y repite esta sencilla frase: “Señor, de la misma manera que esta agua y este jabón quitan de mi cuerpo todo lo sucio que yo he acumulado, de la misma manera, yo creo que toda la falta de perdón se va ahora mismo por el resumidero, tal y como se va el agua, la mugre y el jabón”.
Al hacerlo tal vez tú no sientas una gran alegría, pero te sugiero que lo hagas todo el tiempo que sea necesario, porque al poco rato, te vas a dar cuenta de que el deseo de vengarte se ha desaparecido, que realmente has perdonado y repito: Aunque lo recuerdes, ya no habrá dolor, como una herida cuando se ha cerrado y solo queda la cicatriz, pero sin dolor.
Si quieres ser muy desdichado, odia a alguien, pero si quieres dar perdón, prepárate para recibir alguno buenísimo. Descubre que realmente hay mucho poder en el perdón...
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