Este sábado 11 se cumplen exactamente 31 años de la jornada en que la fecha fue designada ‘Día Mundial de la Población’, por si fuera poco, hoy en el planeta hay más de 7 mil 700 millones de personas, cada una de ellas con sus respectivos problemas y preocupaciones.
Es menester e indispensable formar o contribuir a concientizar a todos de las problemáticas que aquejan a la población del mundo, sobre todo lo inherente al desarrollo personal y del país de procedencia.
Allá por 1989 -cuando se designa el ‘Día Mundial de la Población’, la cantidad de habitantes (personas) en el planeta superaba ligeramente los 5 mil millones... cuánto ha crecido la población desde entonces. Los métodos anticonceptivos, bien, y usted. Siguen ahí, al alcance de unos pocos, por diferentes circunstancias.
¿Qué problemas afectan a la población? La carencia de alimentos, el hecho mismo de que en algunos países se botan (a diario) toneladas de alimentos, y en otros millones de personas no tienen un pedazo de pan que llevarse a la boca.
El agua es otro de los problemas de dimensiones gigantescas, la sequía perjudica a millones, los niños crecen desnutridos... es sencillamente un caos, un mal terrible.
Y qué apuntar en relación a la salud, al analfabetismo, a la violencia, el alcoholismo, la drogadicción, la violencia doméstica y sexual, los bajos salarios y la discriminación... es aquí donde cabe un largo etcétera.
Dicho de otra manera la población mundial, esa que celebra este sábado 11 su día a instancia del orbe, tiene problemas de todo tipo.
Párrafo aparte para el irrespeto, pobre del que piense diferente. Cuántas personas critican a un país por su proceder, su manera de actuar, su posición ante esta o aquella cuestión, por el sistema político que practica, sin embargo en casa los criticones actúan de la misma manera, más aun en lo relacionado con la tolerancia (o falta de ésta).
Quien no piense igual, por lo menos es un estúpido o un ignorante -son los epítetos más “cariñosos”-, y el respeto al derecho ajeno, la tolerancia, el saber escuchar, comprender o hacer el alarde o intento, brillan por su ausencia.
La humanidad puede mostrar muchos logros en el campo de la medicina, las ciencias, los viajes al cosmo, la tecnología, las comunicaciones, las comodidades en casa, el transporte, la producción de alimentos...
Queda como asignatura pendiente la convivencia, el ser condescendiente, el ponerse en los zapatos del otro antes de juzgar, de comparar, de ofender, y todo pasa por la educación, no por la que compensa con un título universitario, diplomas y galardones, se trata de lo aprendido en casa.
Que bueno que la población mundial tiene su día, una jornada para la reflexión, el análisis de cómo se debe proceder para ser mejores personas, desde el respeto a los padres, los hermanos, la esposa, al vecino, al amigo, al compañero de trabajo, al agente del orden, a quien recoge los desechos sólidos, a quien se acaba de conocer, ese es el primer paso hacia el infinito y más allá. Felicidades.
