Por Marlene MONTEOLIVO
Se nos fue el 2018 que nos dejó alegrías y sinsabores, y es muy probable que no todos hayan llevado a cabo las metas que se fijaron a principio de año, si es que se lo propusieron: como rebajar de peso, dejar de fumar, ir al gimnasio regularmente, ser más organizado, comer mejor, etc.
Es una costumbre muy común muchos países; en EE. UU. se conoce como “New Year Resolutions”, consiste en tomar una decisión para cambiar algún hábito o comportamiento con el cual no se está satisfecho y sirve para lograr una meta personal para mejorar la calidad de vida en el nuevo año.
Figúrese usted que de acuerdo a un estudio realizado por la Asociación Americana de Medicina, aproximadamente el 46 por ciento de estadounidenses que participaron en la tradición de los Propósitos de Año Nuevo como el perder peso, hacer más ejercicio o el dejar de fumar, estuvieron más propensos a alcanzar sus metas de principios de año, que aquellas personas que se fijaron las mismas metas durante el transcurso del mismo.
Hay que tomar en cuenta que no siempre cumplimos con nuestros Propósitos de Año Nuevo, y que es muy común ver que durante enero muchos tiran la toalla, pues les resulta muy difícil adherirse al nuevo plan.
Lo importante en este tipo de decisiones es forjarnos metas alcanzables para que tengamos más probabilidades de tener éxito; de lo contrario nos sentiremos peor, no solo por haber tirado la toalla muy rápido, sino que por continuar con los mismos hábitos, ya sea el continuar fumando o a veces hasta empeorando; subiendo más de peso, gastando más dinero, usando más alcohol o lo que sea.
Hay muchos que lastimosamente no se percatan de que tienen que hacer algunos cambios en sus hábitos para tener mejor calidad de vida.
Siempre está la tendencia de descuidar la salud al ingerir alimentos de poca calidad nutritiva los cuales afectan negativamente la salud y que nos podría resultar en diabetes, obesidad, problemas con los órganos vitales, y cosas peores.
Deberíamos cuidar mejor la salud durante el año porque sin ésta perdemos todo, y no podemos disfrutar todo lo bueno que tenemos, además, estar enfermos es un lujo que no nos podemos dar.
Aparte del cuidado de la buena salud también está la importancia de la buena relación con nuestros familiares todos los días del año, ya que la familia es la institución más importante de todo ser humano, donde aprendemos el sentido de pertenencia.
Si le faltamos al respeto a nuestro cónyuge con infidelidades, podríamos afectar la relación de pareja al punto de perder nuestro hogar; para evitarlo sería cuestión de fijarnos la meta de llevar un comportamiento intachable los 365 días del año.
El año nuevo es una buena oportunidad para darle un vistazo a nuestro futuro y forjarnos nuevos planes para superarnos más, porque siempre hay campo para la superación y el progreso.
Aunque el 75 por ciento de los hispanos en EE. UU. hablan el idioma inglés, el resto no se defiende bien en el idioma, por eso es supremamente importante aprender a dominarlo por completo, y entre mejor lo hagamos, mejores serán los frutos.
Considerar hacer lo necesario para convertirnos en dueños o jefes en vez de quedarnos como empleados que reciben órdenes, sería más conveniente y digno de nuestros esfuerzos durante todo el año, que quedarnos estancados por muchos años en un puesto donde nos exploten más.
Sea la que sea su necesidad de cambio, le auguramos mucho éxito en sus esfuerzos y sus propósitos para el año 2019.
Marlene Monteolivo: elmundomarlene@gmail.com
