La oposición en Venezuela insistió en deslindarse del atentado al presidente Nicolás Maduro, quien debe estar vivo para enfrentar a la justicia, mientras siguen lagunas en la versión oficial.
Para el partido Vente Venezuela el dron que fue abatido el pasado sábado 4 en un acto encabezado por Maduro en un presunto atentado evidencia que las bases del mandatario son "cada vez más débiles".
Además, acusa que el ataque pretende usarse para "arremeter, como siempre, contra todos aquellos que, dentro o fuera de Venezuela, disientan o se atrevan a levantar la voz contra esta tiranía".
“A Maduro lo queremos vivo, para que pueda someterse a la ley y responder a los ciudadanos”, añade en un comunicado.
Una posición similar fijó el Frente Amplio Venezuela Libre, que llamó a esperar los resultados de las investigaciones, pues antes es muy difícil creer lo que diga el régimen madurista.
La reacción oficial "busca aprovechar la situación para atacar de manera irresponsable a la ´oposición´ en genérico, y para tratar de desviar la atención del verdadero problema que preocupa y afecta al país, que es la tragedia humanitaria y la catástrofe económica y social que sufrimos la mayoría de los venezolanos", indicó.
Parte de las dudas que genera el presunto ataque con uno o dos drones contra el presídium donde el presidente venezolano daba un discurso la tarde de este sábado, es la ausencia de material de video que no sea oficial.
El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa venezolana confirmó que periodistas, fotógrafos y camarógrafos de medios privados fueron inclusive detenidos tras el hecho y por ello no existen registros no oficiales.
Los periodistas detenidos pertenecen a Telemundo, Noticias Caracol, Globovisión, TV Venezuela Noticias, VivoPlay y la agencia de noticias Associated Press, destaca la Deutsche Welle (DW).
Las detenciones duraron varias horas y estuvieron a cargo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y la Guardia Nacional Bolivariana.
"Es precisamente la falta de documentación no gubernamental del acontecimiento lo que atiza los rumores e impide disipar las abundantes dudas en torno al presunto ataque contra el mandamás venezolano“, dice la DW.
“Si Maduro quería demostrarle al mundo que había sido blanco de un atentado, no debería haber arrestado a los periodistas y reporteros gráficos independientes que estaban presentes”, observa Daniel León, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Leipzig.
“Yo dudo que Maduro haya sido objeto de un intento de magnicidio porque, aunque hasta los atentados bien planeados pueden fracasar, el supuesto ataque de este 4 de agosto no parecía tener la escala necesaria para funcionar", añade.
"Hoy día, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es más heterogénea que hace algunos años: hay militares ministros, oficialistas, disidentes, indecisos y soldados hambrientos”, explica Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín.
A su vez Héctor Briceño, del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES), en Caracas, indica que "es factible que haya sido un verdadero atentado", pero también "un montaje del Gobierno para justificar acciones represivas”.
Apunta que "el oficialismo puede haber concebido una puesta en escena que le permitiera presentarse como víctima de enemigos internos y externos."
"En ese sentido, la opacidad alrededor del presunto atentado tiene lógica, es sistemática. Oscurecer los hechos en lugar de esclarecerlos le permite a Maduro señalar a enemigos abstractos", añade. Caracas (NOTIMEX)