No soy hombre de conflicto; seré promotor de unidad: Rafael Guerra

Rafael Guerra Álvarez, rindió protesta como nuevo magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, y ante magistrados y consejeros afirmó que no es hombre de facciones, ni conflictos; por el contrario, será promotor de la unidad y la conciliación.

Luego de tomar el lugar del magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez, quien deja el cargo de presidente, el nuevo encargado del tribunal de justicia señaló que ante los ojos de la Ley Orgánica, los nombramientos de magistrados será preferentemente entre aquellas personas que cuenten con servicio civil de carrera judicial y se hayan desempeñado como juez eficiente, probo y honorable.

Ante invitados especiales, como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente del Congreso local, Jesús Martín del Campo, diputados y senadores, así como amigos y familiares, el pleno del tribunal fue testigo del compromiso que asume a partir de hoy Guerra Álvarez. 

Dijo que no se debe temer a la crítica, es sano atender y escuchar para generar objetivos claros y primordiales; el desafío cotidiano con el Poder Judicial de la Ciudad de México es ejercer con autonomía e independencia de sus cargos, enalteciendo los principios que lleva la investidura de los juzgadores.

Existen principios y valores que desde el ámbito profesional hemos manifestado, se actuará con transparencia porque nuestra meta es que quien imparta la justicia no pierda la ruta, pues el prestigio de la institución no puede ser opacada por el actuar de algunos cuantos.

Los momentos políticos que vivimos exigen diálogo, tolerancia, respeto, prudencia y cordialidad y desde aquí, junto con los otros dos poderes locales, se hará lo que corresponde en estos tiempos, subrayó.

Manifestó el compromiso ante los titulares de los poderes Ejecutivo y Legislativo para sacar adelante proyectos que fortalezcan al Judicial, con la finalidad de resolver los problemas que exigen actuar, incluso, con antelación.

Respecto de quienes integran el Poder Judicial, dijo que “no sólo somos en ocasiones un notorio contrapeso”, sino más bien el reforzamiento social que implica que los magistrados, jueces, personal administrativo y empleados diversos estén para ayudar a aplicar la justicia pronta, imparcial y expedita de la Ciudad de México.

Abundó que impartir justicia es un asunto de la más alta relevancia y planteó que el papel de los juzgadores en todos los niveles debe significarse por la formación profesional especializada, su alto contenido ético, honradez, honestidad y sensibilidad para alcanzar los fines más altos de la convivencia social.

Consideró que “una sociedad que desconfía de sus impartidores de justicia está de antemano derrotada”, por lo que llamó a los juzgadores a dar lo mejor de sí, bajo la premisa de que el resultado de sus esfuerzos es lo que hace que la población tenga o no confianza en ellos.

Al asumir compromisos con la plantilla laboral, Guerra Álvarez reconoció que una exigencia que eleva la satisfacción del desempeño es el reconocimiento destinado a proteger a “nuestra base trabajadora” y humanizar la función pública en la Ciudad de México.

“Por eso quiero que quede claro el siguiente mensaje ante los ojos de nuestra Ley Orgánica y los de esta tribuna: “el nombramiento de las y los magistrados será hecho preferentemente de entre aquellas personas que cuenten con el Servicio Civil de Carrera Judicial y se hayan desempeñado como jueces eficientes, probos y honorables”, sostuvo.

Destacó la madurez democrática del pleno de magistrados y solicitó a sus pares el apoyo para integrar juntos un tribunal plural e incluyente, en el que haya opiniones diversas que obliguen a revisar cada decisión en forma respetuosa y ordenada para que el órgano judicial tenga reconocimiento social. México (NOTIMEX)

 

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