El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, no espera que las relaciones entre Moscú y Washington, deterioradas en los últimos años, vayan a cambiar con el demócrata Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
"Nuestros politólogos, y yo concuerdo totalmente con ellos, no esperan cambios revolucionarios" en la política exterior de EEUU respecto a Rusia, afirmó durante una entrevista a medios de prensa rusos y extranjeros, aunque admitió que "hacer pronósticos en estos momentos no es una idea muy provechosa".
El jefe de la diplomacia rusa constató que en estos momentos Estados Unidos está "profundamente dividido", algo que se ha evidenciado en las elecciones presidenciales.
"Está claro que los políticos responsables deben buscar algunos asideros que les permitan superar esta división y promover ideas unificadoras que aglutinen al pueblo estadounidense", señaló.
Para muchos observadores, argumentó Lavrov, uno de estos "denominadores comunes" son las relaciones con Rusia.
El jefe de la diplomacia rusa denunció que durante los últimos años en EEUU se ha sembrado una profunda rusofobia.
"Sería una pena que intentasen aglutinar a EEUU en base a la rusofobia. Pero veremos", alertó.
En todo caso, estimó, las declaraciones de Biden indican que su política exterior seguirá el curso de la que aplicó la Administración de Barack Obama.
Lavrov tampoco se mostró optimista respecto a la posibilidad de que ambos países logren prorrogar en las próximas semanas el tratado Nuevo Start o Start 3 para la reducción de armas nucleares, el único que queda entre ambas potencias y que expira el próximo 5 de febrero.
"En medio de la agitación en EEUU durante el recuento de votos, demandas judiciales y otras perturbaciones, no podemos esperar ni de la gente de (el presidente Donald) Trump, ni del futuro equipo de Biden, ninguna propuesta concisa, realista y no influenciada por la coyuntura inmediata", lamentó.
"Esperaremos a que todo se calme", añadió.
Según el ministro de Exteriores, Rusia no necesita la prórroga del Start 3 más que los estadounidenses.
"Quisiéramos prorrogarlo, y pusimos sobre la mesa todo lo necesario. Ahora les toca a los estadounidenses responder. Si la respuesta es negativa, pues bien, viviremos sin este acuerdo. Tenemos todo lo necesario para garantizar nuestra seguridad", advirtió.
El pasado 16 el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso prolongar el tratado de control de armas al menos un año sin condiciones previas, lo cual permitiría llevar a cabo durante este tiempo negociaciones sustanciales sobre todos los problemas y forjar un nuevo acuerdo.
Rusia también ofreció a EEUU congelar mutuamente durante ese período las ojivas nucleares. Moscú (EFE)