Lo de aquí... lo de allá: Un plátano

Miguel Castro cada día se come un platano, también conocido como banana, cambur, banano, guineo, no importa como le llaman en distintas partes de Latinoamérica, el plátano es económico y de mucho provecho para nuestra salud.

Es una de las frutas más sabrosas y alcanzables, con alto contenido nutritivo; como ejemplo, comer un plátano grande nos proporciona 0,5 mg de vitamina B6. 

La vitamina B6 trabaja con las enzimas de tu cuerpo para promover las reacciones metabólicas esenciales para la función saludable del sistema immune; nos da vitamin C, B2, además de ser una fruta muy sabrosa, también nos aporta potasio y según leí nos inyecta sustancias que generan buen humor.

Sumele que las calorías en un plátano se digieren lentamente y ayudan a abastecer el cuerpo con una fuente constante de energía. Son un gran un impulso de energía si se consumen una hora antes de la actividad física.

Recuerdo a la familia de mi gran amigo Roberto Alcolea, allá por calle Zanja, en la Habana, Cuba, a quien con cariño le puse Watusi; las tardes de cena con su familia incluía siempre los llamados tostones de plátano frito en lugar de la tradicional papa, wow, que sabroso y además ayuda en la canasta básica del consumo familiar en Cuba y aquí. 

Como fotografía recuerdo a la bella Elsa Toirac, el cómo nos atendía con una actitud muy a la cubana, con alegría y entusiasmo que incluía   plátano sabrosísimo.

El plátano generó y aun continúa grandes negocios que causaron hasta revolución con armas en centro y Sudamérica; hoy es el plátano o banana un negocio de gran magnitud, solo ver a Chiquita Banana es prueba de ello, es también la fruta más popular -después de la naranja- en el consumo de frutas para latinoamericanos, y en los mercados siempre está disponible.

Así como Miguel, debemos consumir un plátano por lo menos una vez al día; la manzana no se queda atrás, desde luego, el plátano es una buena alternativa saludable y sabrosa y asequible al bolsillo.

Ánimo

Xavier@rivas.com

 

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