En los años 60, nació un excelente programa durante la administración del presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, el Programa de Industrialización de la Frontera Norte de México, conocido como Maquiladoras.
Fue un plan para generar en vía rápida, empleos, miles de ellos, fue una incitativa de empresarios como Don Jaime Bermúdez, de Ciudad Juárez, y Don Ignacio Guajardo, de Mexicali, aprovechando los códigos aduaneros 806 y 807 de Estados Unidos que se usaron para recuperar las economías de Europa y Asia después de la Segunda Guerra Mundial.
El resultado fue un éxito, miles de empresas voltearon hacia México para mover sus operaciones de manufactura de Asia a la frontera de México y Estados Unidos.
Debemos aclarar que estas operaciones complementan a empresas americanas, no las desplazan, que el gobierno mexicano al ver el éxito extendió el programa a todo México, un error grave, pues bajamos la guardia en sector industrial mexicano, aunque hay excepciones México es hoy una nación maquiladora, importamos materias primas y componentes y las maquiladoras sólo consumen un 2% de manufacturas mexicanas, a 50 años que las maquiladoras se fundaron no hemos logrado captar en lo general, la tecnología, la oportunidad de crear un modelo industrial de México, sólo contratamos mano de obra sin capitalizar la oportunidad.
México prepara a millones de estudiantes con el talento de crear, de innovar, de generar un modelo industrial.
La falta de continuidad de las administraciones gubernamentales aunado a la falta de visión de los gobernantes es el cuello de botella que frena nuestro potencial.
No debemos quedarnos en un modelo maquilador, tenemos todo tipo de recursos, ubicación geográfica y talento humano.
¡Ánimo!
Xavier@rivas.com