Una nación como México, con abundante recursos naturales, como petróleo, agua, tierra fértil para agricultura y ganadería, minerales, litorales con productos del mar, con una frontera con Estados Unidos que ya la quisieran otras naciones y más aun con gente de trabajo, de bien, con creatividad, ¿debe depender de remesas?
Toda mi vida he vivido esa esperanza, ese deseo de que México, esa tierra hermosa bendecida con tanto recurso natural y con una cultura de esfuerzo, de trabajo en cada mexicano, sin embargo, aun tenemos que depender en mucho de Estados Unidos que usamos como válvula de escape para millones de familias, así ha sido durante toda nuestra historia, duele que hasta ya haya un muro y vigilancia estricta, que para entrar a Estados Unidos tenemos que pasar por una rigurosa inspección de aduana y migración, los motivos es que no entremos a trabajar sin documentos o bien no metamos drogas.
Es el sistema, gobernantes llegan y nada, se logran algunos avances pero en general, son los mexicanos como usted que nos hace favor de leer esta columna que como hormigas trabajan día a día, hora a hora con sacrificio y mucho esfuerzo y que con ello envían dinero a sus lugares de origen, a sus familias en México.
El Gobierno Mexicano hasta lo computa como un logro del sistema, ¡qué vergüenza!
Sencillamente, México, su gobierno, no genera suficiente confianza, la economía de México logra mantener estabilidad pero se ha convertido en una nación de marchas de protesta, cayendo en el populismo para expresar la inconformidad social, marcha de maestros, marchas de familias y grupos por la paz y seguridad, marchas en contra de matrimonios del mismo sexo, los empresarios y hasta los obispos están ya marchando en protesta.
No es Enrique Peña Nieto, son todos los ex presidentes, es un sistema cansado, obsoleto, otra devaluación del peso, más años de crecimiento económico lento, salarios que no alcanzan a las familias para educar, comer, y más inseguridad, secuestros, asesinatos, actos de corrupción tanto en gobierno como sector empresarial, desde luego que todo esto en lo general, ya que hay aun muchos mexicanos honestos pero decrece en número pues los honestos aplican el popular dicho de que sin tranzas no avanzas.
¿Aun hay esperanza?, siempre pero una nación como México, no debe depender ni mucho menos pregonar las remesas como logro del sistema. ¿Vergüenza nacional? Claro que sí.
El pasado jueves, se nos olvidó todo para tomar y gritar ¡Viva México!
Y sí, Viva México, agrego, pero con un sistema que no dependa en gran parte de lo que usted y millones de mexicanos envían a sus entidades.
Algún día será al revés, que americanos vayan a México a trabajar y envíen dinero a Chicago o Los Ángeles. Claro que sí. Se vale soñar.
¡Ánimo!
Xavier@rivas.com
