La Reforma Migratoria, sencillamente, no será el regalo de navidad para millones de personas procedentes de Asia, África, Europa y desde luego Latinoamérica, que son la mayoría, más aun de México. Recuerdo mi conversación con Miguel Castro que me aseguraba que el hoy presidente Barack Obama prometía un arreglo migratorio, que tenía un corazón amable y debíamos todos votar por él, esto fue cuando su servidor apoyaba al senador John McCain y le pedía su voto.
No hay duda que muchos políticos tienen un buen corazón, que sienten y desean apoyar a las comunidades como la nuestra que sufre a través de una falta de Reforma Migratoria los problemas familiares por no tener acceso a emigrar a este país, sin embargo para lograr un arreglo migratorio el corazón no es suficiente, se requiere una mente y habilidad política para manejar intereses y egos personales, así como agendas de los dos Partidos de esta nación y eso, con todo el respeto al presidente Obama, no lo ha tenido o bien sencillamente no la tiene.
Recordamos que Ronald Reagan, el presidente del partido republicano fue el que sí pudo conciliar, armonizar a los políticos de ambos lados del pasillo para lograr la última Reforma Migratoria de esta nación y sí, fue un republicano el que lo logró, como lo hubiese logrado Edward Kennedy, (QPD) y John McCain la última vez que se unieron republicanos y demócratas en bien de la sociedad.
Hoy es el juego de culpar, unos a otros, más parecen colegiales que políticos de la primera nación del mundo, por ello y aun con políticos con visión y talento, la mayoría de nuestros políticos prefiere culpar que arreglar, a dividir que a unir, a mantener sus agendas e ingreso personal, y no los de la comunidad, y se unen medios de comunicación para darnos la impresión de que los malos son los republicanos o los demócratas no tienen capacidad. La verdad es que recae la responsabilidad en el líder que prometió que en unos días lograría un arreglo migratorio y ¡hoy muchos de los que aplaudían, le reclaman!
La lectura de todos este tiempo de Obama es solo humo, sin olor tan siquiera y las familias sobre todo latinoamericanas sin ninguna clara certidumbre de lograr algo, hace meses dije que el arreglo sería un regalo de esta navidad del 2013 para indocumentados, hoy aclaro que me fui con la retórica de Obama y no la realidad, de que está difícil no porque lo sea sino porque Obama sencillamente no tiene esa capacidad. Será Hillary Clinton la que finalmente lo arregle porque a Obama su tiempo se le acaba.
¡Ánimo!
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