Sabía usted que es el aroma la mejor forma de recordar, no es la vista, ni el sonido, el oler algo es lo que la memoria recuerda algún pasaje agradable o desagradable de nuestras vidas, los olores del pueblo, de nuestros hogares, de nuestro barrio, de nuestras comunidades de origen.
Y es que escribo esta columna desde Hong Kong donde el aroma de sus calles me recordaron el año 1980, la primer visita que realicé a esta gran ciudad. Las calles están llenas de olores como en cada ciudad grande del mundo, las flores, las frutas, las cocinas, el té, sus calles, los elevadores, sus gentes entre otros desprenden aromas que algunas nos recuerdan y hasta nos paramos para captar mejor el aroma, recordarnos algo en México o Las Vegas.
También recuerdo con claridad allá en Egipto, por el Río Nilo, el olor igual a del Río Colorado de Mexicali; es un maravilloso mundo lleno de color y aromas. Solo recuerde que son los olores los que a usted lo transportarán a sus memorias, a su infancia, como dijo Jose Zoroastro de Los Ángeles, el mero mero de Tres Estrellas de Oro, de pronto se para y voltea, huelo eso, me dice, era chocolate que le recordó a su pueblo de origen en México, me recuerda a mi casa de niño este olor , me dice. Y es que solo caminar por calles de Las Vegas, los olores de tortilla quemada, manteca, por el barrio mexicano o bien si visita un Starbucks le recordará dependiendo de la preparación a algo de su casa cuando niño, sin duda.
Uno desprende aromas también, coma mucho ajo y lo verá, por ello tenemos que tener una higiene impecable, aun los que trabajan en el solo o jardines, eso sí los hispanos por lo general somos limpios y mantenemos un buen aroma.
En China, por ejemplo, los residentes en general solo toman dos, máximo tres baños a la semana por la falta de infraestructura, pero dejémoslo así, nos comentaba el Cónsul General de México en Guangzhou, solo imaginar que los mil trescientos millones de chinos se bañaran diario, afectaría el Medio Ambiente Mundial, ¡wow! No lo habíamos considerado.
Por lo pronto estas fechas que se acercan, en los hogares los aromas de nuestras casas nos brindarán una vez más los olores de la familia, de los tamales, de los pasteles, del menudo y hasta de las lociones de nuestros cuerpos que deberemos gozar. ¿Recuerda cómo huele un periódico? O el olor de un carro nuevo, de una biblioteca, de las palomitas de maíz, de los rosales, de los claveles, de la tortilla quemada... eso es vida, los olores que nos traen recuerdos... por lo pronto huelo a un suculento steak, ¡hasta pronto!
¡Ánimo!
Xavier@ rivas.com
