Lamentable inicio para México con las reacciones por el Gasolinazo, las escenas por noticieros hablan a las claras de la inestabilidad social por toda la Republica.
Las lecturas que arroja esta inconformidad popular son varias, en mi opinión, la primera es la pobre asesoría que el presidente Enrique Peña Nieto tiene a su alrededor; lo hemos dicho: que su peor enemigo, tal vez no por voluntad propia, es el secretario de gobernación.
Cómo es posible que no hayan tomado otras alternativas para aumentar el precio de la gasolina, esto ha prendido la mecha del anti-gobierno y desde luego ha dado oxígeno a partidos opositores del PRI para buscar rentabilidad política.
Sin duda los 200 mil pesos que cuesta al gobierno de México subsidiar el precio ya no aguantaba más hacerlo, pero también los funcionarios y legisladores de México viven como reyes con altos sueldos y gastos y ni quien los pare.
Más aun, el aumentar no es el problema principal, el problema número uno es los sueldos raquíticos de las familias mexicanas que el llenar un tanque de gasolina representan 12 días de su sueldo.
Hemos siempre comentado en esta columna que el presidente Peña Nieto no es el único responsable, son todos los presidentes antes que él, en una nación llena de ricos recursos naturales, incluyendo el petróleo, pero con un sistema y hoy desafortunadamente una sociedad corrupta gracias a que queremos mantener sueldos bajos usando a la inflación como recurso en contra de aumentos de ingresos familiares.
Que pena ser mexicano y muchos nos ven como al gobierno de México, corrupto y ineficiente.
Lo positivo es que hay más bueno que malo en México, que hay más familias de bien, que cada día salen en busca de mejores condiciones de vida pero que por años hemos sido secuestradas por la demagogia de la política y esos nefastos partidos que aun hay personas de bien en ellos pero cada día son los menos.
Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Partidos Políticos.
¡Ánimo!
Xavier@rivas.com
¡Momentum!