Las claves del primer discurso del Estado de la Unión del presidente Trump

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Por Alexander ZAPATA

Tal como está establecido en el artículo II de la Constitución de los Estados Unidos de América, el pasado martes 30 de enero el presidente Donald Trump dirigió a los parlamentarios y a la nación en general su Discurso del Estado de la Unión.

La máxima ley consagra que “el presidente debe ocasionalmente darle información al Congreso sobre el Estado de la Unión y recomendar a su consideración ciertas medidas que él considere necesarias y oportuna”, orden que fue cumplida por el actual gobernante con lo que algunos consideran un tono conciliador y duro a la vez, cargado de ultrapatriotismo.

Tal como lo ha hecho durante su primer año de mandato, Trump mostró su línea antinmigrante al reiterar en su alocución la necesidad de que el Congreso apoye una reforma migratoria para evitar lo que, según él, es la causa de los hechos de violencia y actos terroristas en EEUU, “aunque no todos reciban lo que quieren”.

En este sentido, recalcó su propuesta de legalizar a 1.8 millones de dreamers, que cumplan con los requisitos de educación, trabajo y muestren buen carácter moral. La condición para ejecutar esta acción, aclaró, es la disposición de los legisladores a endurecer la inmigración legal y aprobar los recursos necesarios para la construcción del muro en la frontera sur. “Nuestro plan cierra las terribles lagunas explotadas por criminales y terroristas para ingresar a nuestro país, y finalmente pone fin a la peligrosa práctica de capturar y liberar”, dijo.

“Es hora de reformar estas obsoletas reglas de inmigración y finalmente llevar nuestro sistema de inmigración al siglo XXI”, recalcó el mandatario al vincular las muertes por las pandillas y los recientes atentados terroristas ocurridos en Nueva York a la necesidad de eliminar la Lotería de visas y lo que los republicanos denominan “migración en cadena” (reunificación familiar).

Respecto a este último punto, reiteró que para “proteger la familiar nuclear” su propuesta se enfoca en limitar las postulaciones en los parientes inmediatos, cónyugues e hijos menores de edad, pues desde su visión debe avanzarse a un sistema de inmigración “admita a las personas que son expertas, que quieren trabajar, que contribuirán a nuestra sociedad y que amarán y respetarán a nuestro país”.

FORTALEZAS Y PROPUESTAS

Entre los aspectos que el Presidente enumeró, considerados las fortalezas de su primer año de gestión, está la reforma fiscal aprobada en el Congreso, que según sus registros ha generado en las últimas semanas muchos beneficios a los empleados.

“Desde que aprobamos los recortes de impuestos, aproximadamente 3 millones de trabajadores ya han recibido bonos por reducción de impuestos, muchos de ellos miles de dólares por trabajador. Apple acaba de anunciar que planea invertir un total de $350 mil millones en Estados Unidos, y contratar a otros 20 mil trabajadores”, expresó para luego concluir “nunca ha habido un mejor momento para comenzar a vivir el Sueño Americano”.

Además se atribuyó las mejoras salariales y el bajo desempleo entre hispanos y afroestadounidenses, aunque ambas tendencias se iniciaron antes de su gobierno.

Con esta reforma tributaria, el Presidente alardeó eliminar el mandato individual que considera el “núcleo del Obamacare” y subrayó los recortes impositivos que, según su visión, “brindan un tremendo alivio para la clase media y las pequeñas empresas”.

SEVERIDAD Y PATRIOTISMO

Durante su discurso, Trump no solamente hizo alusión al himno y a la bandera como símbolos y “deberes cívicos estadounidenses”, también exaltó el papel del pueblo para la construcción “de un gran país”.

Manifestó que en los actuales momentos, EEUU enfrenta “regímenes deshonestos, grupos terroristas y rivales como China y Rusia”, que ponen en peligro los intereses, la economía y los valores estadounidenses, por lo que solicitó al Congreso financiar al ejército del país, reforzando el arsenal nuclear que disuada cualquier acto de agresión y dar fin a “los defectos fundamentales en el terrible acuerdo nuclear de Irán”.

En relación al ámbito internacional, el Presidente mencionó que durante su administración se han impuesto severas sanciones a dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y Venezuela y ha hecho frente a las constantes amenazas de la “cruel dictadura de Corea del Norte”.

Recalcó que durante su mandato no repetirá los errores de administraciones pasadas que llevaron al país a entrar en el juego de la “complacencia y las concesiones que solo invitan a la agresión y la provocación”.

Luego de resaltar algunos símbolos históricos y emblemáticos de EEUU, Trump refirió que los estadounidenses han llenado al mundo con arte, música y han impulsado los límites de la ciencia y el descubrimiento, por lo que es necesario mantener la confianza en los valores de la nación, así como la fe y la confianza en los ciudadanos y en Dios.

“Siempre nos recuerdan lo que nunca deberíamos olvidar: la gente soñó este país. La gente construyó este país. Y es la gente la que está haciendo grande a Estados Unidos otra vez, nuestras familias prosperarán (…) Nuestra gente prosperará, y nuestra nación siempre será segura y fuerte, orgullosa, poderosa y libre”, culminó.

 

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