La Perspectiva Monteolivo por Marlene Monteolivo

 

Lo que el año viejo dejó a los hispanos

Se nos fue el 2015... y repasando cuidadosamente nos damos cuenta que el año viejo nos dejó a los hispano-estadounidenses el poder para elegir al próximo líder de la primer potencia mundial, como lo es el presidente de Estados Unidos.

Sería un descuido y un error ignorar la importancia que tiene un bloque de una población que se aproxima a unos 55 millones de hispanos que viven a lo largo y ancho del país. Esto es muy importante porque los hispanos agregan $1.5 trillones de dólares a la economía nacional y contribuyen con su arduo trabajo al engrandecimiento de esta nación.

Hablando de lo que nos dejó el año viejo, los hispanos de Nevada debemos reconocer que nos hemos convertido en una fuerza política de mucha importancia para quienes nos gobiernen, pues con nuestra presencia y nuestra idiosincrasia contribuimos al hecho de que el estado se haya convertido en un estado péndulo.

El ser un estado péndulo significa que el electorado está dividido casi en un 50 por ciento, o sea que “casi” la mitad de nevadenses es republicana y la otra mitad es demócrata.

Hay que enfatizar que la mayoría del votante hispano es demócrata.  El ser hispano, demócrata y votante significa mucho en asuntos de política, pues los candidatos de ese partido dan casi por  garantizado ese bloque político para sus arcas. 

Por su parte, los candidatos republicanos apenas empiezan a darse cuenta que el número de votos hispanos les podrían hacer ganar una elección, y ahora se están rascando la cabeza para ver cómo hacer para obtenerlos. Desafortunadamente para los republicanos está el asunto de la reforma a las leyes de inmigración lo que se interpone entre una elección fácil y el asunto principal de discordia, pues los hispanos no quieren soltarles el voto si no hay reforma.

El 2015 le dejó al votante hispano de Nevada la atención de la prensa, de la maquinaria política y del electorado nacional... como quien dice para ver con qué salimos.

Tomando en cuenta que no hay candidatos perfectos en ninguna parte, todo parece indicar que el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton nos darán a elegir el año entrante lo mejor “de lo menos ‘pior’”, como dicen en mi rancho.

Usted votante demócrata  de hueso colorado elegirá a la ex secretaria de estado Clinton, quien está plagada de escándalos entre ellos la forma de manejar (o de no manejar) la emergencia en Bengasy  donde pereciera nuestro embajador y otros tres empleados de la embajada por no enviarles refuerzos de protección.

O el escándalo con la manera de manejar los correos electrónicos clasificados como de alto secreto  de estado y que por medio de un servidor particular no protegido por las autoridades respectivas, pusiera en peligro la seguridad nacional para mentir al respecto más tarde;  y qué decir de la recaudación de dinero en montos millonarios y exorbitantes a favor de la Fundación Clinton por acuerdos que algunos tachan de ser faltos de ética. Y si usted es de los que cree que los republicanos son los millonarios y los demócratas pobres, debo recordarle que su candidata preferida Hillary Clinton figura entre el “uno por ciento” (ese porcentaje que los pobres tanto detestan) por tratarse de que el uno por ciento de la población es el porcentaje de multimillonarios que viven a costillas del  99 por ciento de los contribuyentes ¡Pero bueno allá usted! Y eso sólo para empezar porque se me acaba el espacio.

Por otra parte, qué le puedo decir del “bulionario” republicano que usted no sepa ya; solo que no sé a quién se le ocurrió insultar hoy. Muchos temen que de resultar electo a la presidencia lo más seguro es que empiece a insultar a otros líderes mundiales que no se quieran dejar intimidar por sus tácticas “bulis”... y que con él, lo más probable es que terminemos poniendo en peligro las relaciones exteriores y la seguridad nacional, esto sin contar la catástrofe que sería para  la mayoría del pueblo estadounidense.

 

El año viejo 2015  nos dejó el poder en las manos para informarnos bien acerca de una de las decisiones más importantes que tomaremos los hispanos para brindarles un futuro más próspero a nuestras familias y hacer que Estados Unidos vuelva a ser la primer potencia mundial respetada por todos y temida por algunos. Me despido deseándole que tenga un Feliz  y Próspero Año 2016 en unión de sus seres queridos.

Marlene Monteolivo

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