La educación... un monstruo de varias cabezas

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No se respira un ambiente de preocupación a todas las instancias... debería.

La gente no se revuelve inquieta... debería.

Que Nevada ocupe el lugar 50, el último lugar en educación en el país es en extremo alarmante. Se trata de un monstruo de varias cabezas. Y por supuesto con muchas repercusiones en el presente y el futuro.

Nadie puede quedar indiferente ante un problema de tal magnitud, ni el gobernador, los legisladores, los directivos de educación, los principales de cada escuelas, los maestros, los alumnos, los padres, los familiares, amigos, vecinos... es un problema de todos.

Por sólo citar un ejemplo, cuánto incide la pobre, la escasa educación en la violencia doméstica. 

Si muchos padres vinieron de sus países con una educación por el suelo o el subsuelo, no PUEDEN desear lo mismo para sus hijos. No PUEDEN creer que graduarse de high school es tocar el cielo con las manos, hay que seguir, ir a la Universidad, graduarse. No deben premiar a quienes dejan los estudios y ahora tienen un salario poco remunerado. Hay que proponerse metas superiores y ¡cumplirlas!

Se hace un esfuerzo... que bueno. Sin embargo no se deben premiar los esfuerzos, hay que premiar los resultados, y duele reconocerlo, éstos están muy lejos de merecer un premio.

Con una pésima educación se compromete el presente y el futuro. 

Se destina un presupuesto considerable para la educación en el estado, es posible, pero es preciso hacer un uso más efectivo o eficiente de éste, corregir errores, empeñarse una y otra vez en hacer las cosas mejor, de manera que rinda los dividendos deseados.

Hay que revisar el salario de maestros y asistentes, sí, convocar, exigir a los padres que cierren filas de una vez por todas con la escuela, también. Que levante la mano quien sepa cuántos papeles o evaluaciones debe llenar un maestro, y si no lo hace en tiempo está en juego su evaluación, eso lleva tiempo. Cuántos salones de clases están saturados...

El niño que no sepa leer ni escribir no puede pasar a otro nivel, el maestro no debe quitárselo de encima “como una papa caliente”. Es inconcebible llegar a high school y no saber leer. De manera rotunda NO.

Una parte del tiempo que se dedica al futbol, a las telenovelas, a recorrer tiendas, se impone dedicarlo a la educación de los hijos, a revisar las tareas que deja el maestro, poner a los menores a leer y escribir. ¡Se trata de su futuro! Atender la educación no se puede dejar para mañana. Hay que comprender que los padres también deben superarse, de lo contrario los pésimos resultados de sus hijos le parecerán lo más normal.

¿Cuántos padres invitan a los hijos a leer o a platicar acerca de un libro? Con sinceridad, la cifra es muy baja.

Saber escribir es saber andar, saber leer es saber ascender, y eso no se puede echar en una bolsa rota.

La ignorancia mata a los pueblos, lo echa todo por tierra, no se puede ir muy lejos si no se tiene educación, y este es un renglón en que no se admiten excusas, nadie debe sacarle el cuerpo a la responsabilidad o dejarlo en manos de otros.

 

Dicho de manera más clara. La educación es tarea de todos.

 

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