La Columna Vertebral: Información para salvar vidas

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Por José López ZAMORANO

Posiblemente la mayoría de nosotros hemos sido testigos de episodios dramáticos en los que un familiar, una amistad, un compañero de trabajo o un desconocido ha sufrido frente a nuestros ojos una convulsión o una crisis médica. Y es altamente probable que, a pesar de nuestra buena disposición, no hayamos tenido una idea precisa de qué hacer. 

En este momento, más de 3.4 millones de personas en los Estados Unidos están diagnosticadas con el padecimiento de la epilepsia. Esto quiere decir que aproximadamente una de cada 26 personas en este país podría potencialmente sufrir una crisis epiléptica. Contar con la información necesaria para responder, puede ayudar a salvar vidas, literalmente. 

El doctor Ángel Hernández, jefe de la División de Epilepsia y profesor de Pediatría y Desarrollo Humano de la Michigan State University nos explica que la epilepsia es un desorden en el funcionamiento del sistema eléctrico del cerebro que puede ser provocado por causas genéticas, lesiones cerebrales, episodios de asfixia, entre otras razones. 

Quienes venimos de América Latina sabemos que muchas personas enfermas de cisticercosis, una afección que se produce por el consumo de carne de cerdo infectada con cisticerco, tienen una proclividad mayor a los ataques epilépticos que el resto de la población. 

De hecho, en algunas zonas de la región la incidencia es de más del 25% de la población local. 

La buena noticia es que una crisis epiléptica no tiene porque convertirse en un episodio grave de salud si tenemos la información adecuada. 

Lo primero es identificar el problema. El ataque epiléptico se caracteriza por el hecho de que la persona se desvanece, experimenta temblores corporales, falta de respiración, ojos abiertos pero volteados hacia atrás. En la mayoría de los casos la crisis se prolonga unos minutos. 

Otros episodios epilépticos, especialmente entre niños, incluyen la falta de respuesta del paciente a cualquier estímulo, toda vez que permanece con la mirada fija sin hacer movimientos. En otros casos el menor sufre un desvanecimiento de la cabeza o del cuerpo. 

 “Lo más importante –dice el Dr. Hernández- es mantener a la persona segura. Muchas veces al caer al piso, la persona se puede golpear la cabeza o el cuerpo. Después debe voltearse al paciente hacia un lado, para que puedan respirar normalmente”. 

Si la persona es alguien conocido y el episodio no dura más de 5 minutos, eso puede ser suficiente, según el médico, pero si es un desconocido o el paciente tiene dificultad para respirar, lo más prudente es llamar al número de emergencias 911 y permanecer a su lado. 

Por fortuna es muy baja la incidencia de crisis epilépticas que llegan a ser mortales. 

Y con la información a la mano, podemos hacer una diferencia importante para salvar vidas.

 

Para más información visita el sitio de internet www.laredhispana.com

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