Por José L. ZAMORANO
Con las elecciones del 3 de noviembre a la vuelta de la esquina, surge nuevamente la interrogante que se repite cíclicamente cada cuatro años sobre la participación electoral hispana: ¿Seremos decisivos en los estados donde verdaderamente importa o seremos irrelevantes?
Con 32 millones de hispanas e hispanos elegibles para votar en las elecciones, equivalentes a más del 13% de todas las personas elegibles, los hispanoparlantes seremos el grupo racial o étnico más importante durante un proceso electoral en los Estados Unidos.
A raíz del crecimiento progresivo de la población, cada cuatro años más latinos votan en las elecciones presidenciales, pero lamentablemente la proporción de quienes votan, comparado con el total de votantes hispanos elegibles, ha disminuido en varios ciclos electorales.
En 2016, los expertos anticipaban que la retórica anti migratoria de Donald Trump detonaría un número récord de latinos deseosos en derrotarlo. Si bien es verdad que las cifras de participación latina aumentaron en comparación con 2012, al final de cuentas no hicieron mayor diferencia en aquellos estados que definieron la elección.
En todo caso, Trump conquistó el 28% del apoyo latino, una cifra que incluso fue ligeramente mayor al voto latino que favoreció al republicano Mitt Romney cuatro años antes.
Si un tema tiene el potencial de convertirse en la característica distintiva del proceso electoral 2020 es sin duda la pandemia del COVID-19 y sus secuelas de desempleo, en momentos que la mitad de la comunidad latina ha reportado despidos o reducciones de pago.
A 11 semanas de las elecciones, un 70% de los latinos desaprueban el manejo presidencial de la crisis sanitaria, lo que representa un incremento respecto del 56% existente en mayo, de acuerdo con una nueva encuesta de Latino Decisions/Unidos US.
Conforme nos acercamos en la recta final hacia las elecciones, los latinos parecen estar más entusiasmados en votar. Un 69% de los latinos entrevistados dijeron estar seguros que votarían el 3 de noviembre, un aumento de siete puntos porcentuales respecto de mayo.
De materializarse el entusiasmo, los latinos podrían ser decisivos en ocho estados campo de batalla donde la proporción de hispanos elegibles a votar en 2020 es mayor que margen de victoria en 2016: Arizona, Carolina del Norte, Colorado, Florida, Pensilvania, Texas, Nevada y Nuevo México. En al menos cuatro de esos estados, Joe Biden aventaja a Trump.
Si asumimos como correcto el estimado de qué hasta 18 millones de latinos elegibles aún no se han registrado, es explicable el afán de numerosas organizaciones como Poder Latinx, LULAC, Mi Familia Vota, Voto Latino y otras de que este universo de votantes elegibles se registre, verifique su registro y vote, de preferencia anticipadamente y por correo.
La tecnología está ayudando. En la campaña de La Red Hispana sólo se necesita enviar un mensaje de texto con la palabra VOTAMOS al 52886 para empezar gratuitamente el proceso de registro o verificación. Nunca como antes la posibilidad de dejar de ser espectadores y pasar a ser protagonistas, está literalmente al alcance de nuestras manos.
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