Excanciller culpa al Ministerio de Salud de errático manejo de la covid en Brasil

El excanciller brasileño Ernesto Araújo atribuyó al Ministerio de Salud el errático combate a la covid-19, al comparecer ante una comisión del Senado que investiga posibles omisiones del Gobierno frente a una pandemia que ya mató a casi 440 mil  personas en el país.

Araújo, jefe de la política exterior del Gobierno de Jair Bolsonaro entre enero de 2019 y marzo pasado, cuando renunció al cargo, responsabilizó al Ministerio de Salud por el atraso de Brasil en adherir a la iniciativa Covax para obtener más vacunas y por las negociaciones con otros países para adquirir cloroquina.

Con relación al mecanismo Covax, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil se sumó a último momento, cuando ya lo habían hecho 150 países, en tanto que la cloroquina fue promocionada por Bolsonaro en contra de la opinión de la ciencia, y la cancillería negoció compras de ese fármaco ante otros países, según Araújo.

El exministro dijo que esas "instrucciones" no las recibió de Bolsonaro directamente, sino del Ministerio de Salud, dirigido entonces por el general Eduardo Pazuello, cuya gestión está bajo investigación judicial y que este miércoles declarará ante la comisión parlamentaria.

Una de esas "instrucciones" fue solicitar a Covax un total de 42 millones de vacunas para inmunizar al 10 % de los 210 millones de brasileños, cuando podría haber pedido cuatro veces más.

Según datos oficiales, por la escasez de vacunas, Brasil hasta ahora solamente ha aplicado las dos dosis necesarias a cerca del 10 % de su población y un 18 % ha recibido apenas la primera.

NIEGA ALINEAMIENTO CON ESTADOS UNIDOS Y PROBLEMAS CON CHINA

Araújo rechazó que, durante su gestión como canciller, Brasil se haya alineado al Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump y afirmó que "jamás" hizo críticas ideológicas a China, pese a que tildó a la covid de "comunavirus".

Sobre Estados Unidos, dijo que las "coincidencias" entre Trump y Bolsonaro ayudaron al combate a la pandemia, sin admitir que ambos gobernantes encabezaron la ola negacionista en el mundo y que Brasil y Estados Unidos son los países más golpeados por el coronavirus.

En relación a China, dijo que puso su "mayor empeño" en obtener insumos médicos y vacunas de ese país, pero reconoció que pidió al Gobierno chino, aunque no fue oído, que sustituyera a su embajador en Brasil después de que se enzarzó en una discusión ideológica con el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente.

Pese a que muchas veces aludió en forma peyorativa al carácter "comunista" de China, Araújo aseguró que eso no generó problemas, alegó que las exportaciones hacia ese país crecieron en 2019 y 2020 y negó que los atrasos en la entrega de activos chinos para la fabricación de vacunas en Brasil sea consecuencia de conflictos.

LA POLITIZACIÓN DEL VIRUS Y UNA DONACIÓN VENEZOLANA NO AGRADECIDA

Araújo, un reconocido activista de la ultraderecha brasileña, se mostró "solidario" con el presidente Bolsonaro y aseguró que existe "un intento político por desmerecer lo que hizo su Gobierno" contra la covid-19, que el gobernante llegó a calificar de "gripecita".

Según Araújo, "en ningún país hubo una atmósfera de politización como en Brasil", donde "toda iniciativa del presidente es atacada sistemáticamente, sin datos sobre méritos científicos o técnicos".

Reconoció además que, en enero pasado, cuando la falta de oxígeno en hospitales de Manaus causó la muerte de un indeterminado número de personas por asfixia, una donación de ese gas llegó desde Venezuela y alivió la situación.

Araújo dijo que, como canciller, no tuvo participación alguna en la gestión de esa donación y admitió que ni siquiera la agradeció, lo que generó unas duras críticas de senadores de oposición, que le reclamaron su "falta de sensibilidad" frente al "gesto" del Gobierno de un país vecino que el excanciller considera una "dictadura". Brasilia (EFE)

 

 

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