Estados Unidos continuó asegurando que advirtió a Irak antes de los bombardeos contra posiciones de milicias proiraníes en este país y en Siria, en represalia por la muerte de tres de sus soldados en Jordania, unos ataques que fueron autorizados por el presidente Joe Biden.
En declaraciones a NBC News, un alto funcionario de la administración Biden afirmó que “no fue un gran aviso” por la relación de Irak con las milicias respaldadas por Irán en el país, pero que “no es exacto decir que no fueron informados”.
“Irak es una nación soberana y respetamos su derecho a expresar sus preocupaciones, pero no deberían albergar a estos grupos iraníes en suelo iraquí”, afirmó un día después de los sucesos que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y el Gobierno iraquí, han causado 39 muertos, varios de ellos civiles.
El gobierno iraquí negó que Estados Unidos se coordinara con las autoridades de este país para llevar a cabo su campaña de bombardeos y acusó a Washington de “engañar a la opinión pública internacional”.
“La parte estadounidense engañó y falsificó deliberadamente los hechos, al anunciar una coordinación previa para cometer esta agresión, lo cual es una afirmación falsa destinada a engañar a la opinión pública internacional”, dijo en un comunicado el portavoz del gobierno iraquí, Bassam al Awadi.
Irak reaccionó así a las declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad de EE.UU., John Kirby, quien en una llamada con periodistas el viernes por la tarde afirmó que Washington avisó previamente al Gobierno iraquí de que iba a efectuar bombardeos en el oeste del país árabe.
El gobierno iraquí denunció que al menos 16 personas, entre ellas civiles, han muerto, mientras que al menos 23 personas perdieron la vida en el este de Siria, entre ellas nueve “combatientes sirios”, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido con una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Washington anunció ayer por la tarde los bombardeos a más de 85 objetivos e instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria iraní en Siria e Irak, “el comienzo” de su respuesta al ataque contra sus tropas en Jordania.
La respuesta, que llevaba adelantando la Casa Blanca y el propio Biden toda la semana, fue aprobada por el presiente unas horas después de que Estados Unidos recibiera la noticia del ataque sucedido en Jordania, que acabó con la muerte de tres soldados y más de una treintena de heridos.
Según contó una fuente oficial del Gobierno a CNN, el domingo por la mañana Biden se encontró en la sala de crisis de la Casa Blanca con sus principales asesores de seguridad nacional y se le presentaron una variedad de opciones para tomar represalias.
El presidente demócrata dio entonces luz verde específica para la primera serie de ataques en Irak y Siria, que se ejecutaron el viernes.
También fue en esa misma reunión del lunes por la mañana que se informó al presidente de que los grupos militantes respaldados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) eran los culpables del ataque con aviones no tripulados del domingo, según las fuentes.
En los días siguientes, el equipo de seguridad nacional del presidente trabajó en estrecha coordinación con el Departamento de Defensa mientras monitoreaban las condiciones en la región para finalizar los planes.
Altos funcionarios de múltiples agencias se reunieron el jueves y nuevamente el viernes por la mañana para una “verificación final” antes de proceder a los ataques.
Después de que el Pentágono confirmara ayer lo sucedido, Biden advirtió de que la respuesta de su país al ataque a tropas estadounidenses en Jordania continuará cuando Washington lo estime necesario.
“Nuestra respuesta empezó. Continuará en el momento y lugares de nuestra elección”, dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca en el que aseguró que Estados Unidos “no busca conflicto en Oriente Medio ni en cualquier otra parte del mundo”. Washington (EFE)