Algunos cuentan las horas para la celebración de la independencia colombiana este sábado 20, otros dejan traslucir su preocupación y temor por las nuevas reglas migratorias del gobierno de los Estados Unidos dirigidas a limitar o reducir el asilo de miles de personas que llegan a la frontera sur.
Según Filippo Grandi, quien funge como Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la medida echará por tierra los esfuerzos de países de la región que trabajan en busca de una respuesta colectiva; el funcionario dejó sentado que el nuevo reglamento es una medida severa.
Los emigrantes se exponen a demasiados peligros, para tocar en las puertas de los EU, huyen de muchos problemas en sus países de origen, desde la miseria, condiciones de vida que frisan lo inhumano, hasta salarios bajos en extremo, violencia, amenazas, adicciones, o sea, escapan de una vida insostenible. Emigrar no es irse de paseo. Peor aun si al final de la jornada el camino se torna -aun más- cuesta arriba. Es como darle una estocada mortal a las ilusiones y los sueños, a la esperanza. El tema complicado, con muchas aristas, que salen a relucir en correspondencia con el color del cristal con que se mire el asunto.
Un poco más cerca se respira un ambiente de temor por las anunciadas redadas. “Hay menos personas en las tiendas a las que habitualmente acuden hispanos”, comentan. “Las calles lucen desoladas, se nota el miedo de los indocumentados”, apuntan otros. Son las nuevas y duras medidas migratorias del presidente Donald Trump, con sus anunciadas redadas a lo largo y ancho del país.
Se impone ir a las consultas gratis de abogados especializados en migración, informarse; los indocumentados tienen derechos.
Las redadas -dicen- van dirigidas a personas con orden de deportación, que se saltaron una cita en la Corte, desaprovecharon (por miedo a ser deportados) una oportunidad en la que podían esclarecer su situación. Claro, hay que estar en sus zapatos.
La solución al engorroso tema migratorio parece distante, no se percibe una labor consecuente en pos de reparar la desaliñada ley de migración de los EU; México con la guardia en la frontera contribuye a disminuir el flujo migratorio, pero se está muy lejos de lo que se quiere, una solución tan sensata como humana. ¿Hay interés en resolver el problema?
Por otro lado, los colombianos del valle, dieron muestras inequívocas de organización y deseos de salir adelante hace mucho tiempo; en 1989 fundaron el grupo COLAVE para ayudar a sus connacionales, dar a conocer y promover su cultura, sus tradiciones y costumbres.
Este sábado 20, los colombianos conmemoran el aniversario 209 de su independencia, es una excelente ocasión para reunirse, analizar el trabajo realizado, qué pueden mejorar, apoyados en una labor conjunta.
Por años COLAVE es el ejemplo a seguir por diferentes grupos comunitarios, gracias a su labor sostenida, el entusiasmo de los colombianos del valle y sus líderes... hoy llega (una vez más), el momento de celebrar y comprometerse a seguir a la vanguardia. Para ellos no hay otra opción que convertir cada conquista en un punto de partida.
