Editorial: Una decisión coyuntural

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Desde hace 24 años, la Cumbre de Liderazgo Latino prepara jóvenes que, al egresar de la preparatoria, se incorporan al sistema universitario con el empuje y determinación que se requiere en esta creciente comunidad hispana.

Del programa han salido líderes en muchos ámbitos del quehacer humano, como por ejemplo, el congresista Rubén Kihuen, la asambleísta Olivia Díaz, los abogados Edgar Flores, Daniel Alejandre, Cynthia Hernández y muchos más.

En la actualidad se encuentra estudiando para neurocirujano, en Harvard, -una de las mejores universidades del mundo-, Frank González, destacado alumno que fue distinguido como “Valedictorian” de su generación en Rancho High School. El joven también formó parte de la legión de distinguidos alumnos que formó -en parte- la Cumbre de Liderazgo Latino.

Desde hace algunos años, la coordinadora del evento es la entusiasta jovencita Irene Zepeda, quien ha manifestado mucho orgullo de poder ser parte de la cumbre, que por cierto, cumplirá 25 el próximo año.

La cumbre congrega, de manera gratuita, durante una semana, a decenas de potenciales universitarios que aprenden de manera fluida y divertida, parte de las cosas que requerirán en su ingreso a la universidad, así como su incorporación al mercado laboral, cada vez más competitivo en esta ciudad.

La importancia de las actividades de la cumbre es insoslayable, en ella el joven preparatoriano tiene la oportunidad de observar todo el abanico de oportunidades que se abre ante sus ojos, ante la inminente ascensión en los peldaños que lo convertirán en el orgullo de su familia, de su comunidad, de su gente.

La elección de una buena profesión es fundamental en el desarrollo posterior del individuo.

Ante el parteaguas coyuntural, la información detallada juega un papel importante. Las necesidades de la sociedad nevadense, de Las Vegas, requieren de jóvenes bien preparados, educados para sentir orgullo de sus raíces, de su origen, de su familia.

Las estadísticas ubican a la población hispana en uno de los segmentos poblacionales menos educados del país, por lo que en ocasiones somos más vulnerables y hasta “carne de cañón” para el capitalismo despiadado. Los grandes corporativos que han convertido a Las Vegas en su rehén, ponen las reglas del juego, manejan los destinos de la gente a su antojo, dictan las nuevas corrientes de la vida. La mayoría de esas tendencias, marginan cada vez más a los hispanos que no se preocupan por adquirir una educación sólida, competitiva, que les proporcione también herramientas de satisfacción personal y cultural.

La Cumbre de Liderazgo Latino ha sido, y es, una magnífica oportunidad para acceder a un nivel académico más elevado.

Los padres de familia estamos orgullosos de los logros de nuestros hijos, acudimos con alegría a sus graduaciones, hacemos fiestas, organizamos “bochinche”, presumimos en las redes sociales a las amistades. Pero es imperativo que hagamos conciencia de la necesidad que tienen nuestros graduados de continuar preparándose en la universidad.

La comunidad los necesita -críticos- con urgencia.

 

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