Editorial: Un día sin armas de fuego

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Imagina que no hay países/ No es difícil hacerlo/

Nada por lo cual matar o morir/ Y tampoco ninguna religión/

Imagina a toda la gente Viviendo la vida en paz.

                           Imagine (John Lennon)

 

La Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos de América protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas...

Parte de la letra de la canción de John Lennon y el párrafo anterior vienen a colación porque el pasado 9 de este mes tuvo lugar en muchos lugares el llamado ‘Día Internacional de la destrucción de armas de fuego’. iniciativa digna de aplausos.

Estados Unidos clasifica como uno de los países con menos limitaciones para adquirir y portar armas de fuego. Las estadísticas señalan que en esta gran nación se contabilizan unas 393 millones de armas, cifra superior a la cantidad de habitantes, amparada bajo la enmienda señalada antes, sin embargo corren otros tiempos, abundan armas de significativo poder de fuego, tanto o más que los rifles de asalto.

Cada 9 de julio se celebra en el mundo el ‘Día Internacional de destrucción de armas de fuego’, fecha que cobró fuerza luego de la Conferencia General sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras, que tuvo lugar en el 2001, precisamente en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Desde entonces, ha trascendido, son muchas las armas de fuego que los ciudadanos de diferentes lugares han entregado para su destrucción, sin embargo, los expertos en el asunto consideran que el número de rifles, revólveres y pistolas ha aumentado significativamente, se ha multiplicado.

Pese al denodado esfuerzo por sacar de circulación la mayor cantidad posible de armas de fuego, la realidad quedó expuesta en la Confederación Internacional de Oxfam... por cada arma destruida se fabrica una decena, que viene a ocupar el lugar de aquella. ¿Quién le pone al cascabel al gato?

El problema de fondo, afirman los especialistas, es que son las naciones y los gobiernos quienes deberían plantearse el reducir o detener la fabricación de armas, pues mientras la industria perviva, no se podrá eliminar la violencia y las muertes que acarrean consigo las armas ilícitas.

Recientemente quedó claro -una vez más- que la principal actividad que efectúan múltiples  organizaciones y la denominada Red Internacional de Acción sobre Armas Pequeñas, es instalar centros de recolección y destrucción de armas de fuego.

Con resultados loables se llevan a cabo conferencias, charlas, simposios, cuyo objetivo primordial es precisamente informar, debatir, concientizar a los ciudadanos sobre el terrible mal que representan las armas de fuego para una buena convivencia social.

No obstante, representantes de esas mismas organizaciones consideran oportuno exteriorizar que mientras los gobiernos no sumen esfuerzos, trabajen de conjunto con la sociedad civil para disminuir el número de armas de fuego, toda acción se diluirá, porque sin dudas es el clásico ejemplo de un paso adelante y 10 atrás.

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