Editorial: Sin término medio en elecciones de medio término

En muchos países hablar de término medio es como emplear una frase para algo inconcluso, que no está terminado, y que también denota indecisión. ¿Vas a ir al cine? Lo estoy pensando, no estoy decidido del todo... término medio.

Las elecciones de medio término están al doblar la esquina, casi se pueden tocar con las manos, pero en ellas -aunque algunos le restan importancia, tal vez por la palabra medio- no se admiten posiciones indecisas.

Jill Martínez asegura que le concede a las elecciones que se acercan la mayor importancia -y así debe ser-, porque a mis representantes, abunda, les puedo platicar de mis inquietudes sobre la reforma migratoria y el camino a la ciudadanía.

También, sostiene, puedo pedirles a los senadores o congresistas de mi barrio que me expliquen qué piensan hacer con el alto interés que deben pagar los universitarios.

Sería muy bueno que los congresistas electos el seis de noviembre se reunieran con las muejres deseosas de salir adelante, que quieren estudiar y no pueden pagar altos precios, en muchos casos son madres solteras, con hijos, subraya Martínez... por eso voy a votar, no puedo quedarme en casa con tantas preguntas e inquietudes.

Para votar a principios de noviembre no hay que esperar que llegue la fecha, están previstas elecciones tempranas a partir del 20 de octubre, sólo hay que informarse, y claro, registrarse.

No hace falta una ‘bola de cristal’, o ser ‘adivinador’ para predecir que serán unas elecciones difíciles, muy difíciles para los candidatos envueltos en la porfía, y muy bien el electorado hispano puede hacer la diferencia, inclinar -con su voto- la balanza a un lado u otro.

Abstenerse es como poner a un lado, no prestar importancia, al poder que concede el voto, dicho de otra manera no acudir a votar resta fuerza moral, si un elector opta por no acudir a las urnas, después le será en extremo engorroso comentar: a mi  representante no le interesan mis problemas, ni los de mi familia o los de mi barrio... nunca sé cuando  está aquí mi congresista, si va a atender al público, ni siquiera dónde está su oficina...

Abstenerse no es, nunca lo ha sido, una postura correcta, es como ser indiferente ante este o aquel problema, ‘lavarse las manos’, o expresar ‘me vale madre’, de otra manera. Así no se vale.

El pollo del arroz con pollo es que “las elecciones son de las pocas veces, poquísimas”, en que el votante, en este caso la comunidad hispana, puede hacer valer su fuerza, su poder. 

Hay que registrarse con tiempo y si es posible votar temprano, no cuesta nada y cada vez las locaciones están más cerca.

Si usted es de las personas que ‘tiene papales’, tiene en regla su estatus migratorio, sepa que eso no lo faculta, no le da derecho a mirar a otras personas por encima del hombro.

 

Los problemas de su hermano, de su vecino, de su amigo, su compañero de trabajo, de la novia de hijo, de cierta forma también tienen que ver con usted... con su postura. Regístrese y vote. La cita es el 6 de noviembre, pero pregunte por la votación temprana. 

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